C14:

63 2 0
                                    

Las horas pasan y decido escribir algo, ya que mi escritorio está solitario por qué desde que salí ayer de la preparatoria, no he puesto un dedo en el.

Hoy me pase en día pensando en ello, por qué bien dicen por ahi que la imaginación expira, y por tal razon, Hay que impulsarla a echar frutos.

Sin embargo, Jéssica no sale de mi cabeza aún que así lo quiera. No puedo simplemente pensar en otra cosa, Jessica es el centro de mis pensamientos en todo momento. No me molesta pensarle, ni mucho menos imaginarme cosas con ella. Lo que si me molesta es el hecho de que quizas, ella no está pensando en mí cómo yo lo estoy haciendo ahora.

Pasan dos horas en la que estoy sentado escribiendo, me incorporo del asiento y recuerdo que tengo que ir al supermercado, ya que en la despensa quedan pocos alimentos. Mi mamá me ha pedido que valla ya que ella no podrá.

(...)

Arrollador, no encuentro la palabra para describir la música ambiental que resuena en todo el supermercado. Definitivamente que aburre esto y me jode el estado de ánimo.

He venido por la comida que tengo que comprar y he tenido que venir por cosas que necesito por qué si no vengo por ellos, desgraciadamente nadie lo hará por mi, Y es un estrés. Odio esto...

Tomo dos cremas para depilar de marca nivea men y lo pongo en el carrito de compras, me adentro en el área de calzados y tomo unas sandalias que obvio no usare pero quiero llevarlas nose por que rayos.

El tener dinero te hace comprar cosas que nunca vas a utilizar, solo lo compras con placer y por sentirte grande. Aveces controlo esto, mamá se la pasa diciendo que hay personas que necesitan y bla bla bla. Pero hoy no se me da hacerle caso a sus comentarios del día a día.

Me llevo algunas cremas para el cuerpo y unos productos para el lavado de cabeza.

Creo que ya no necesito nada más y me apresuró para tomar la caja que está vacia para pagar he irme de este lugar. Pero cuando quiero avanzar hacia la caja de pago, algo capta mi atención en el área de enlatados.

Retrocedo y me voy tras la chica que trae un atuendo poco seductor pero ami no se de qué manera me seduce y me atrae como un imán. Trae puestos unos vaqueros y una blusa azul, al parecer se le olvidó ponerse sosten, los pechos se le ven bien definidos y no jusgo a los hombres que la miran con deseo.

<<No entiendo por qué me molesta que ande así>>

Lleva con ella el carrito de compras y también su móvil en mano, Haciendo el calculo de lo que está comprando.

Me dejó de vacilaciones y me acerco a ella.

Es inevitable pensar cuando la tuve en mis pensamientos, cuando se expuso ante mi sin importarle una reverenda mierda. El pecho se me contrae y mi entrepierna también, y es una conexión que no puedo explicar con palabras.

Estoy tan idiotisado que es ella quien me ve y se acerca a mi con una sonrisa en su rostro y con los ojos iluminados de emoción. Le gustó demasiado, lose, y me encanta eso, me ensancha el ego.

—Maximo, ¡Hola!— me saluda y no puedo evitar ver cómo se dilatan sus pupilas.

<<Su imagen desnuda en mi cabeza no se va>>

Hay que ser muy inútil para no notar que Jessica está muy enamorada de mi, se le nota en su expresión, en su cara, en sus ojos... Todo de ella destila que yo la traigo loca.

—Hola, Jessica— le digo devolviéndole la sonrisa —¿Que hay de nuevo?—

—Pues, nada interesante— trata de actuar lo más normal

—Comprando cosas que necesito en casa—

Asiento

Jessica es linda, de hecho, creo que tiene más atractivo que cuálquier otra cosa. Es una chica que de una u otra hace llamar la atención de cualquiera que pueda ver más alla de un rostro bonito. Tiene el poder de cautivar en su manera de hablar y su bella sonrisa...

—Se te olvidó traer sosten...— digo de repente, no lo puedo evitar.

Nose por qué esto me molesta tanto, pero es que, ¿Por qué diablos no se puso sosten?

Jessica suelta una risa burlona al ver mi expresión seria, sabe que no lo digo en bromitas de niños.

Al ver qué no me dice nada, vuelvo hablar secamente.

—Responde

—No es que se me olvidó, es que hoy no quise traerlos—

Me arde la sangre

—Por que, te gusta que te andén mirando con morbosidad ¿No?— expreso ya molesto

¿Por qué esto me molesta? Pues ya dije que no lose, Lo que si se es que no puedo y no quiero volverla aver así en la calle.

Me escucho patético, pero no voy air en contra de mis principios, esto no está bien y punto.

—¿Celóso?— pregunta tajante

No para de reírse

—¿Celoso yo? ¿Por qué debería de estarlo?—

Se encoje de hombros

—No lo se, tu dímelo—

—Mejor ve y termina de comprar, que nos vamos—

Trata de disimular el asombro

—¿Nos?—

—Si, Jessica— digo, sacando mi teléfono e ignorando cuálquier cosa que valla a decir, pero solo echa a reir y sigue a la siguiente área de alimentos.

Guardo mi teléfono y la sigo, el enojo no ha mermado, no hasta que esté en su casa donde no se ande exhibiendo de tal manera.

Yendo con ella, puedo evitar miradas de los hombres perversos, ya que pensarán que soy su pareja y evitarán mirarla.

Veo como toma diferentes alimentos y va poniendo los precios en la calculadora de su teléfono.

—Deja eso, por favor—

—¿Que cosa?— se gira hacia ami

Fijo la mirada en el aparato que tiene en sus manos.

—¿Mi celular?— pregunta asombrada

—Guardalo, solo toma lo que tengas que comprar y ya esta—

—Si te pasas lo pagaré yo— ya estoy cansado de seguír aquí, solo quiero salir rápido.

—No tienes que preocuparte, descuida—

Está culminando mi paciencia

—Jessica, no te estoy preguntando si quieres o no. Así que date prisa ¿Si? que quiero irme.

Suspira de mala gana y no sigue negandose, hace lo que le pido y agradezco por ello. El que esté enamorada de mi de la manera de la que esta, tiene sus ventajas.

Nos vamos hacia la caja y pagamos todo.

Llegamos hasta cierto punto de su casa, la ayudo con las bolsas ya que no puede llevarlas sola, me dice que ya está bien que ella puede llevarlas.

—Gracias, por ayudarme con esto—

Se le nota que es una chica agradecida, por mi parte no se mucho de ello, pero me gusta que lo sea.

—Solo quiero que no vuelvas a salir sin sosten—

Suelta una risita, pero está vez no es burlona , es una pícara y perversa.

Se me acerca y quedamos muy cerca, tanto que nuestras respiraciones se funden una a la otra.

—Tu mandas, no lo volveré hacer—

Entonces me besa, no espero absolutamente nada para llevar mis manos a su cuello y corresponder el beso, estos labios me gustan conectan tan bién con los míos que los besaria siempre. No sé lo que tienen, son sabrosos, suaves y una vez lo pruebas, no quieres soltarlo.

No estaba en mis planes quererte tanto, supongo que es así como empiezan las mejores historias, por qué sin buscarla, contigo ya lo tengo todo.

Sin riesgo, no hay historia...

°A través de un reto°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora