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Los rayos de sol hicieron que el ceño del zorro se frunza. Se sienta despacio, dejando ver el estado actual de su cuerpo. Se sorprendió deliberadamente. No tenía puestas sus ropas. Al mirar al lado suyo, pudo encontrar a su acompañante en el mismo estado que él. Ambos estaban desnudos. Los recuerdos de la noche anterior hicieron que sus mejillas se pongan más que rojas. Quiso levantarse de la cama en busca de algo para taparse hasta que sintió una mano contra la suya.

— Espera unos minutos más.

Cómo no, Quackity estaba despierto. El zorro simplemente dio un suspiro y se giró para verlo mejor. Estaba medio adormilado. Su mano sujetaba la suya con cuidado y dulzura, simplemente manteniéndolo con él un rato más. Aún así, Wilbur sabía que Quackity no podía estar mucho más con él en el bosque. Debería ver cuánto tiempo es capaz de aguantar el delicado cuerpo de su... ¿pareja? ¿Amigo? - Deberían decidir esas cosas más a futuro. - Pero no quiere llevarlo al límite. Prefiere siempre mantenerse en un tiempo concreto para que se marche y no empeore.

Ahora mismo solamente tenía unos mechones de color blanco. Su piel estaba algo pálida, pero tampoco se veía tan mal. A lo mejor ese era el pensamiento de Wilbur, pues no recuerda del todo como se ve Quackity del todo sano. Solo se acuerda de cuando lo llevó a su casa y lo invitó a café. No le molestaría tomarse otro con él. Pero quitando eso, Quackity se veía más o menos bien. O eso pensó Wilbur hasta que le vio abrir los ojos. Sus ojos oscuros se estaban volviendo grises. Vale, quizá tampoco esté tan bien. Además esa extraña cicatriz se estaba remarcando mucho. Eso fue lo que más llamó su atención.

Pasó sus dedos sobre la cicatriz, trazándola. Quackity gruñó un poco, se separó y bostezo para finalmente, sentarse en la cama. Wilbur solo era capaz de sonreír mientras lo veía despertándose. Por otra parte, el rostro de Quackity simplemente mostraba cansancio. Miró a Wilbur por unos segundos antes de dejar un beso sobre sus labios. Uno tranquilo y cariñoso. 

— ¿Vamos a ducharnos?

Wilbur solamente pudo reír y asentir. Realmente deberían ir a ducharse. Tuvieron una noche lo que se puede decir, movidita. Wilbur sentía orgullo de lo que pasó anoche. Estuvo deseando aquel momento mucho tiempo en su vida hasta que finalmente pasó. Ya no se sentía un chico raro.

No pudo pensar mucho más porque unos brazos envolvieron su cadera, alzándolo. Una sonora risa salió de los labios del peliblanco mientras envolvía sus piernas en la cadera de Quackity, quien lo llevaba Al baño mientras ambos reían un poco. Parecía una escena de película cliché, aunque capaz a Wilbur no le molestaba ser una.

Al llegar al baño solamente se tomaron un baño tranquilo. Wilbur decidió hacer un baño de jabón mientras que Quackity pensaba que algo rápido era más efectivo. De igual manera, la cosa acabó con Quackity acostado en la bañera y Wilbur acostado con la cabeza en su pecho, jugando con la mano del azabache (mejor dicho, peligris.)

— Te veo demasiado cómodo ahí. — Comienza la voz del humano.

Wilbur simplemente se quedó en silencio. Sus orejas moviéndose de vez en cuando mientras que sus dedos se envolvía con los de Quackity.

— Un poco. Es solo que tú eres muy cómodo.

Se giró un poco para verlo. Quackity por su parte estaba en silencio. Sus manos comenzaban a acariciar el cabello de Wil y sus ojos se veian concentrados. Sin embargo, algo hacia que el peliblanco temiese. No se veía exactamente bien. Salir del bosque sería una buena idea.

— Oye, ¿Estás bien? — Suelta el peliblanco, lo que hace que Quackity lo mire con duda.

— Más que bien. Estoy con un chico precioso dandome un baño con burbujas. — Dice sonriente, provocando una risita de Wilbur antes de hablar.

A Coffee And A Fox [Quackbur]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora