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Capítulo 15:
Leyenda.

— Hay veces en las que los guardianes del bosque tratan de dar consejo. Sólo hay que mirar las hojas volando y tratar de escuchar sus murmuros en el viento.

La voz del oso era la única que sonaba entre ellos dos. Quackity lo miraba curioso y animado, observando como el híbrido señalaba las hojas movidas por el viento.

— La leyenda dice que en medio de todo está el árbol más viejo que solamente es el cadáver de uno de estos guardianes. Pero para acabar así hizo muchas cosas.

— ¿Cuáles? — La curiosidad se apoderó del azabache, quien miró atento al contrario.

— Esto te va a sonar un cliché. Pero vendió su alma por la de su amante.

Quackity se acomodó en aquel césped para mirar al contrario, atento. Nunca esperó estar interesado en la leyenda o cultura de cualquier sitio. Sin embargo eso le era bastante curioso.

— Está leyenda me la contaba mi padre. Espero que no te aburra. — El oso Sonrió y comenzó a redactar.

"Este bosque ha sido habitado por criaturas con características diferentes a los seres humanos. Algunos tienen parte animal. Otros son capaces de hacer hechizos o actividades. Cualquier cosa que está fuera de lo común.

Para ellos los seres humanos siempre han sido seres horribles. Criaturas que lo que buscan es la destrucción de otros para su beneficio propio. Seres egoístas. Pero claro, para todo hay excepciones.

Un pequeño joven aspirante a protector del bosque se perdió. Se fue tan, tan lejos de la zona que conocía que acabó en las afueras del bosque. Sin embargo él no tenía conocimiento de aquella zona, pues siempre fue aconsejado de no ir ahí.

Al salir del bosque se enamoró del mundo humano. Se enamoró de las luces que irradiaban las calles en las ciudades. Del aroma del pan recién hecho que había en las panaderías. Las conversaciones que tenían. De todo. Aunque supiese que lo que hace está mal, no pudo evitar caer rendido ante esa belleza en sus ojos.

Así conoció a su ser amado. Un humano como cualquier otro del que simplemente cayó enamorado. Pero ese humano era curioso también. En el momento en el que conoció al guardian no dudó en meterse en aquel bosque.

Y tal como el ser del bosque se enamoró del mundo humano, el humano se enamoró del bosque. Se enamoró de los diferentes colores de flores que varían. De cómo la nieve y hielo que queda en los árboles parece formar pasadizos encantadores. De cómo cada uno tenia su cualidad diferente.

Así fue como cada uno de ellos entregó su mundo y su corazón al contrario.

Pero todo cambió en el momento en el que el humano se volvió más avaricioso. Más curioso. Quería explorar todo del bosque. Conocerlo de memoria. Saber de más. Y esa fue su pérdida.

Llegó a vivir con el guardián pero, tanta magia comenzaba a enfermarlo lentamente. Aunque esta magia era la que su prometido, el guardián, le estaba haciendo. Le estaba dañando inconscientemente con cada beso, cada caricia, cada abrazo.

A Coffee And A Fox [Quackbur]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora