Capítulo 21.
Cariño, ese no eres tú.Una pregunta realmente complicada para los filósofos es la siguiente: ¿Quién eres? La respuesta más común es decir tu nombre. Pero, ¿por qué eliges tu nombre? Es una pregunta bastante complicada y no fácil de responder. No tiene respuesta. Eres tus sentimientos, tus emociones, tu forma de afrontar las cosas. Tus decisiones.
¿Qué es una persona? ¿Qué nos quita ser una persona? Una persona es un ser humano capaz de racionar pero, ¿Solamente es eso? Debe de haber más para poder describirte como persona. Quizá esta relacionado con la pregunta de lo que eres. Eres una persona.
Mientras miraba a la oscuridad y aquel Dios de alas blancas, se preguntó a sí mismo. ¿Qué soy? Es una persona. ¿Qué es una persona? Podría ser quitado de tener el lujo de ser una. Pero, ¿Qué lo hace menos persona que otros? Hacer tratos con el diablo mismo no era dejar de ser persona. Sin embargo, a lo mejor cambia que es.
[...]
— ¿Cómo que no está?
La voz de un aterrado zorro apareció en el salón de aquella casa. El mago suspiró a la vez que se acercaba a él en un intento de calmarlo. Sus manos acariciaron su espalda con cuidado.
— Wilbur, no te alteres. Spreen y Rubius ya lo están buscando. Además tienen buen llegado para saber dónde estás. No te expongas al frío.
A pesar de que las palabras del azabache tratasen de calmarlo, producían un efecto contrario. No estaba para nada calmado. Todo lo contrario. Seguía estresado. Perfectamente podría morir no solo por el frío ártico.
— No puedo. Tengo que salir por él. No pienso dejar que... Que fallezca o algo así. Que llegue a morir de repente. No puedo.
Y así sus ojos se llenaron de lágrimas por el estrés de perderlo. El estrés de que fallezca y esta vez no poder hacer nada al respecto. Los brazos del mago rápidamente lo abrazaron.
— No te arriesgues a ninguna locura. Solamente respira. Trata de respirar.
Y el zorro trató de todas las maneras salir. Trató de no llorar aunque dichas lágrimas le llegasen hasta el cuello. Quería encontrarse con el azabache. Quería abrazarlo. Saber que no iba a morir.
Iba a pasar una noche muy larga. Demasiado larga.
[...]
Lo que iba a ser una noche se transformó en una semana completa. Una semana donde nadie de, por los menos sus conocidos, había encontrado al pato. Estaba totalmente destrozado. Terminó volviendo a la casa de su padre, sin salir ni una sola vez. Limitándose a llorar, a estar en su cuarto. A mirar la ventana y esperarlo. A desear que iba a volver. Que estaba bien.
Cada día su esperanza se iba un poco más y más. Se deterioraba con solo pensar que podría estar simplemente muerto. Ya no estaría con él.
Su trato con el Dios aún estaba puesto. Se supone que le había prometido que no iba a morir y él aún iba a creer eso. Hasta que dicho Dios no mencione que el trato entre ambos ha finalizado no iba a pensar que ya volvería a ver a ese azabache que le sacaba suspiros.
— ¿Wil?
La voz de su hermano apareció, provocando que llegue su atención a este. Tommy se veía horriblemente preocupado por Wilbur. El peliblanco lo sabía. No podía hacer mucho al respecto.
Le respondió con un "hum" esperando que sea suficiente. Logró escuchar un suspiro antes de que termine de abrir la puerta.
— Hay alguien que quiere verte en la puerta.
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A Coffee And A Fox [Quackbur]
FanfictionQuackity trabaja en una cafetería donde la nieve era su principal cliente. Su pueblo se consumía por lo blanco también. Un típico cliente siempre lo atemorizaba, su ex pareja, un castaño que siempre volvía por él. Cerca de su pueblo se encontraba un...