A Coffee And A Fox [Quackbur]

18

Los champiñones iluminaban un círculo entre los dos. Quackity no podía evitar abrazarse por el repentino frío que estaba sintiendo. Sentía que estaba tiritando. Quien parecía ser George le miraba en silencio antes de dar un largo suspiro.

— ¿Qué haces en el bosque, Quackity? — Son las primeras palabras que salen de su boca. Quackity siente que se encoje en el sitio.

— No, ¿tu que haces aquí?

— ¿Vas a evitar mis preguntas? — Alza una ceja. — Eso es algo que siempre haces. Buscas respuestas a cosas menos importantes.

Quackity se queda totalmente en silencio, sin saber que responder a aquello. Miró sus manos cuales ya tenían un color casi blanco. Casi papel. Le dirigió a quien parecía George una mirada de piedad.

Él se acercó despacio, haciendo que Quackity tema al principio antes de sentir una especie de calor. Vio como su cuerpo recuperaba su calor poco a poco solamente con la cercanía a George. Él simplemente le dio un golpe suave en la frente.

— No tuviste que venir al bosque. Solamente sabes meterte en peligro. — Da un suspiro, algo molesto y se estira, dejando ver su sueño. Ese sí era el George que conocía.

— ¿Qué eran esos champiñones de antes? Jschlatt y yo... y esas nubes negras. ¿Por qué no recordaba nada de eso?

— Muchas preguntas. — Comenta, frunciendo el ceño. Se acomoda el champiñon antes de hablar. — Esas son cosas que es mejor que descubras por tu cuenta. Ahora hay algo más importante. Tienes suerte de que yo te haya encontrado antes que él.

— ¿Qué quién?

— XD. — Tras George hablar, quackity frunció el ceño.

— ¿Esto es una coña?

— Sé que es un nombre... estúpido para un Dios. Pero estas en peligro.

— Ya, ya sé. El bosque me va matando lentamente tengo que salir blah blah blah. — Antes de seguir pudo escuchar un gruñido por parte de George.

— Alexis por el amor de. Tómate algo en serio. Te estoy diciendo que están yendo a por ti. ¿No te parece que todo esto es raro? Piénsalo. Esa cicatriz que tienes te hubiese matado. Es demasiado profunda para salir vivo. Es extraño que no recuerdes completamente nada de Jschlatt. Que alguien que ni te conozca te esté buscando para matarte.

El tono amenazante que George ocupaba hacia que Quackity temiese. Cada vez que pensaba en eso, más temblaba. Entonces George lo sujeta del brazo, haciendo que lo mire directamente. Da un suspiro pesado y los alrededores se iluminan.

— Él ya sabe donde estás. Tu ubicación. Estar aquí solamente te lleva al peligro inminente.

El azabache se quedó en silencio, sin saber con exactitud que responder. Su compañero acarició despacio su espalda antes de comenzar a guiarlo por uno camino de setas luminosas. Quackity solamente lo seguía, mirando a los alrededores mientras que pensaba que debía decir. Así hasta que llegaron a lo que parecían ser varios recuerdos. Varios sobre él y Jschlatt.

— ¿Qué recuerdas de él?

— Que fue alguien... bastante despreciable. — Dice mientras frunce el ceño. George suelta un suspiro.

—  Supongo que eso fue lo que te obligaron a ver. Quackity, no vuelvas al bosque. —Eso sorprendió al azabache, parpadeando confundido.

— ¿Qué?

— No regreses. Aquí no hay nada tuyo. No hay nada que te necesite para vivir. No vuelvas más aquí. 

Tras eso volvió en si, viéndose a la salida del bosque. Sintió como si una ráfaga de aire caliente inundaba sus pulmones, sintiendo como entraba en calor y su piel exageradamente pálida volvía a tener su color habitual.