10. Siete minutos en el infierno

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Capítulo diez

Julie

—Entonces, a ver si entiendo —Lucy me mira perpleja mientras me habla— ¿No solo le hiciste una mamada en el vestuario sino que también fue al frente del coach?

— ¿Qué? ¡No! Nos el coach hablaba desde el despacho, no nos vio. Ni siquiera sabía que estaba ahí. Y baja la voz, la gente nos está empezando a mirar raro.

Pero en lo que no puedo dejar de pensar es en lo que dijo el coach. Sí, hasta yo me sorprendo por haberme acordado.

— ¿En qué piensas?

Lucy me conoce demasiado bien. Además que me contó que cuando estoy pensando fijamente en algo siempre muerdo mi labio inferior y respiro más fuerte.

—Es que... el entrenador mencionó algo y me tiene un poco preocupada. Probablemente no sea nada importante pero-

Me corta.

—Deja de tonterías, tu instinto nunca falla Juls, ¿qué es?

Sigo viendo ropa tratando de poner mis pensamientos en orden.

Amo venir al mall pero desde ayer que pasó lo de la ducha no puedo dejar de pensar en... eso.

—El entrenador dijo algo sobre un traslado y el otro día cuando fui a buscar su carpeta a su despacho fue más de lo mismo. No lo sé —me encojo de hombros— tal vez estoy siendo paranoica simplemente.

—No eres paranoica. Te importa el equipo y quieres que le vaya bien, es normal que te preocupe que uno de ellos se quiera ir. Tommy —como Lucy llama a su novio— perdió dos jugadores de fútbol este año y se encuentra devastado. Eran como sus hermanos.

Eso es lo que más me molesta. No entiendo cómo estos chicos que se consideran hermanos, viven juntos y pasan la mayoría del tiempo sin estar separados pueden querer distanciarse. Yo no podría.

— ¡Mira! ¿No es hermoso?

Lucy me muestra un vestido verde esmeralda largo con un tajo al costado.
La verdad que sí, es hermoso.

—Lo es, te quedará genial —le sonrío genuinamente.

— ¡No para mi tonta! Para ti. Creo que resaltarían mucho tus ojos verdes.

La amo. Amo a Lucy. Amo la capacidad que tiene para hacerme sentir mejor cuando me siento un poco mal.

—Gracias Lulu.

Ambas sabemos que no estoy hablando del cumplido.

Mi celular vibra en mi bolsillo y me sorprendo al ver que es un mensaje de Chase.

Luego de lo que pasó ayer no hablamos. Él simplemente me prestó su ropa y me llevó hasta la residencia. Ni siquiera un adiós nos dijimos por eso me sorprende que me haya mensajeado.

Chase

No quiero molestar pero necesito la playera que te presté el otro día

Frunzo el ceño

Es de Harry y si nota que no está me matará

Yo

Vale! No hay problema. La llevo al próximo entrenamiento.

Cualquier cosa me gustas.

¿Qué?

Maldito autocorrector, quise poner "me buscas"

Intento borrar el mensaje pero es demasiado tarde porque los dos ticks se vuelven azules.

Un plan casi perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora