Capítulo diecisiete
Julie
Pasaron dos semanas desde que se filtró la noticia de mi abuso, dos semanas bastantes duras en las que me sentía observada no importa a donde vaya.
En clase susurraban cuando pasaba cerca, en los pasillos recibía miradas cuando caminaba y en la cafetería no podía comer en paz por como me juzgaban.
Pero por suerte la gente ya está empezando a olvidar. Ahora pasaron a molestar a Linda, una chica de primer año que se ve envuelta en su primer escándalo porque supuestamente se estaba acostando con un profesor.
Fuero semanas agotadoras pero también tuvieron su lado positivo.
En los entrenamientos las cosas estaban mucho más llevaderas, los chicos mejoraron mucho sus técnicas y por fin me están viendo como una más del equipo.
Con Chase no pasó nada interesante, simplemente nos saludamos con un pequeño movimiento de cabeza y seguimos con lo nuestro. En los partidos sigue un poco reacio a que yo opine sobre el juego pero se está controlando más y no dice nada.
Que no haya pasado nada no significa que no piense en él la mayor parte del día.
Me tiene loca. No puedo dejar de pensar en las bonitas palabras que me dijo aquella noche, no puedo dejar de pensar en la forma en la que me sostuvo, no puedo dejar de pensar en como me contuvo en sus brazos.
Es como si en la pista y afuera de la pista fueran personas totalmente distintas.
No es que me maltrate durante los entrenamientos o partidos pero si que me ignora y creo que eso es hasta peor.
Se acercan las navidades y con ello el estrés de fin de semestre. Si bien ya tuve la mayoría de exámenes las semanas pasadas, todavía me quedan algunos por rendir.
Yo amo la navidad, sí lo sé, totalmente cliché y cursi, pero es la verdad.
Amo el espíritu navideño pero por sobre todo amo estar reunida con la familia, aunque tenga una familia pequeña yo disfruto demasiado pasar tiempo con ellos.
El problema de este año es que mi tío se va de gira con la selección de hockey y mi abuela la pasará con sus amigos, si lo sé, una abuela muy sociable. La abuela me invitó a pasarla con ella pero la verdad es que me apetece más quedarme sola en la residencia que pasar las fiestas con viejitos que no hacen nada más que hablar cosas de viejos como, no sé, ¿el bingo?
Así que ahora mi vida se basa en estudiar, ir a los entrenamientos, estudiar, ir a los partidos y, adivinaron, estudiar.
Cruzo el pasillo del área de economía y llego al de letras donde veo a un Chase bastante sonriente salir de un salón de clases.
Quiero ignorarlo, les juro que quiero ignorarlo, darme la media vuelta e irme porque me da impotencia que cause tantas cosas en mí, y tal vez, solo tal vez, si lo ignoro esas sensaciones desaparezcan.
Pero cuando me estoy dando la vuelta y estoy por marcharme casi corriendo Chase frunce el ceño y se apresura para ponerse al lado mío.
—Ey Julie, ¿me estás ignorando? —pregunta enarcando una ceja.
¿Cómo le explico?
Sí, te estoy ignorando, es que cada vez que te veo me dan ganas de besarte y no me puedo controlar
No, demasiado directa.
—Eh... no —me rasco la cabeza—. Olvidé algo en el salón de locución. Sí, eso.
Él me mira con los ojos entrecerrados, sospecha que estoy mintiendo y sospecha bien.
—Vale, te acompaño a buscarlo.
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Un plan casi perfecto
Novela JuvenilJulie Anderson había desafiado los estereotipos de género su vida entera. Desde pequeña le interesaban los deportes y no las muñecas gracias a su tío que era una estrella del hockey sobre hielo. Ahora estudia periodismo deportivo y gracias a su exce...