19. La familia Jones

6K 363 26
                                    

Capítulo diecinueve

Julie

Cuando despierto lo hago alarmada porque un brazo se encuentra rodeando mi cintura desnuda.

Intento recordar que pasó anoche y no me es muy difícil, de a poco vienen flashes a mi cabeza de lo ocurrido.

Flashes de Chase sobre mi, debajo de mi, de costado, bah, ya entendieron.

Intento zafarme de su agarre pero el hace más fuerza atrayéndome a él.

Vuelvo a probar pero es inútil, creo que soy una tonta por pensar que podría tener más fuerza que un jugador de hockey universitario.

Y ahí es cuando me acuerdo.

Me acuerdo que no vivo sola y que comparto habitación con Lucy.

Como puedo exaltada asomo mi cabeza para ver su cama.

Vacía.

Dejo salir un suspiro de alivio.

Seguramente se quedó a dormir en lo de su novio. Casi me da in infarto.

No es que mi mejor amiga no me haya visto desnuda antes pero si me parece un poco una falta de respeto tener relaciones con un chico y ni preocuparme en vestirnos. Es incómodo y mal educado.

Empiezo a moverlo a Chase para que se despierte.

—Chase —susurro cerca de su cara.

No hay mucha distancia entre los dos porque, como dije antes, él me tiene malditamente asfixiándome.

— ¿Mhm? —responde con la cabeza escondida en mi cuello haciéndome cosquillas.

Suelto una risita.

—Así que estabas despierto pequeño mentiroso...

—Nunca dije que no lo estuviera.

Habla con la voz tan ronca por acabar de despertarse que eso provoca mariposas en mi estómago.

Levanta la cabeza lo suficiente como para estar cerca de mi cara.

Empieza a acercarse a mi boca y ahí es cuando lo tapo con mi mano.

—Aliento mañanero Chase, aliento mañanero —repito dramáticamente—. Todavía no me he lavado los dientes.

Chase rueda sus ojos.

—Creo que puedo aguantarlo. Me apetece más besarte en estos momentos.

Frunzo el ceño. A mi no me apetece.

—Pues te aguantas.

Y me levanto dejándolo con la palabra en la boca.

Voy al baño rápidamente para lavarme los dientes porque a quién engaño, si me apetecía, y mucho.

Chase no tarda en unirse al pequeño espacio.

Ahora lleva puesta su ropa interior pero desde aquí puedo notar que está duro.

No es ningún tonto porque comienza a provocarme.

Se pega a mi espalda y me rodea con los brazos la cintura. Aprieta su parte baja con la mía.

Recostando mi cabeza en su hombro dejo escapar un gemido.

Intento ignorar el hecho que hace dos segundos me había visto al espejo y me horroricé por las vistas.

Chase comienza a besar mi cuello mientras sus manos recorren todo mi cuerpo.

Este chico parece vampiro de tanto que le gusta mi cuello, pero no me quejo, es una excelente sensación.

Un plan casi perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora