Capítulo veintisiete
Julie
Pasó más de una semana desde que corte con Chase. Más de una semana tortuosa en la que lo único que pude hacer fue extrañarlo.
Las clases ya empezaron y mis compañeros están preocupados por las ojeras que traigo. Hoy una amiga de historia se acerco a decirme que si necesitaba quedarme unos días en casa a descansar que ella me grababa las clases. Sí, así de mal estoy y así de mal me ven.
Ni cuando rompí con Ian la pasé tan mal y eso que con él llevábamos un año de relación, la diferencia es que con Ian veníamos mal desde hace un tiempo y ya me lo veía venir pero con Chase, con Chase todo era color de rosas.
Todos los días lo extraño y todos los días pienso en perdonarlo pero ahí es cuando entra Lucy y me prohíbe siquiera nombrarlo.
No sé si estoy triste, enojada o ambos. Me siento como en un limbo, no puedo dormir pero vivo cansada.
Necesito un cambio y urgente.
Me preparo para ir a la pista de hockey. Hoy vuelven los entrenamientos y si voy a renunciar debo hacerlo formalmente, no puedo dejarlo al entrenador plantado.
Trato de maquillarme y producirme un poco porque ir al entrenamiento significa que lo veré a Chase y no quiero que vea como en realidad estoy. Necesito parecer fuerte.
Luego de ponerme unos vaqueros anchos con un jersey beige y unas botas negras, tomo las llaves del coche.
En este viaje de quince minutos tengo que decidir que voy a hacer con respecto al traslado.
Trabajar con Ian me parece una horripilante idea pero yo priorizo mi carrera antes que mi orgullo o mis sentimientos.
Aparco el coche y no puedo evitar que mi corazón comience a latir con rapidez al ver la camioneta de Chase ahí, yo realmente lo voy a ver.
Todo mi cuerpo es un revuelto de emociones y cuando entro a la pista estoy casi temblando.
Apenas pongo un pie dentro los quince chicos del equipo dejan de hacer lo que estaban haciendo y proceden a mirarme fijamente.
Me remuevo incomoda.
— ¿Saben que los puedo ver, verdad? —pregunto a nadie en especifico.
Apenas digo eso se dispersan y siguen haciendo lo que sea que estaban haciendo.
Pero el problema es que sigo sintiendo como una mirada está fija en mi, y no necesito voltearme para saber quien es.
Mi cuerpo se ve envuelto en absoluto pánico cuando siento que esa persona viene lentamente hacía mi, despacio, como si un paso en falso pudiera hacer que todo a nuestro alrededor estalle.
—Julie-
Comienza a hablar pero lo interrumpo.
—Ni. Se. Te. Ocurra. —le advierto a Chase sin mirarlo.
—Solo escúchame. Un minuto. Es lo único que pido.
Me debato si aceptar o no pero yo sé que mi corazón roto necesita escuchar sus disculpas.
—No voy a disculparme si es lo que esperabas.
Bueno, creo que mi corazón puede seguir esperando.
—Wow, Chase, eres muy agradable ¿lo sabías?
Él niega con la cabeza.
—Eso sonó mal. Me refiero que no voy a disculparme por algo que hizo que nos unamos. Por algo que hizo que me enamorara de ti. Si eso esperas de mi, lo siento pero no puedo dártelo.
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Un plan casi perfecto
Fiksi RemajaJulie Anderson había desafiado los estereotipos de género su vida entera. Desde pequeña le interesaban los deportes y no las muñecas gracias a su tío que era una estrella del hockey sobre hielo. Ahora estudia periodismo deportivo y gracias a su exce...