Un plan casi perfecto

26. La despedida

Capítulo veintiséis

Julie

Hoy es treinta y uno de diciembre, por lo que estoy yendo de un lado a otro para la fiesta del equipo.

Cuando Chase me dijo que año nuevo la pasaba haciendo una fiesta gigante con el equipo y me invitó me emocioné. Pero no pensé que iba a ser yo la que se tendría que encargar de la mayoría de cosas.

— ¡Dios Paul, baja eso! —le grito al rubio.

Estoy intentando de decorar la casa pero todos los chicos me lo hacen imposible.

Sean y Alex se dedican a comerse la comida que preparé, más bien que cocinó Chase porque ya saben que la cocina a mi no se me da muy bien.

Y Harry es una planta. No hace absolutamente nada, no aporta en nada y no dice nada, o por lo menos conmigo. Al resto le habla como si nada pero ¿a Chase y a mi? La ley del hielo.

Ya hablaré con él para ver que le pasa pero es que ¡no tengo tiempo!

Encima mi mejor amiga discutió con su novio y tengo que estar ahí para ella, pues eso es lo que hace una buena amiga.

—Lulu ya se le va a pasar, no sigas dándole vueltas a el asunto... —intento calmarla pero es inútil.

El que Sean no pare de intentar ligar con ella tampoco ayuda porque mi amiga cede cada vez más a sus encantos.

Siento como alguien me abraza por detrás y estoy por propagarle un golpe hasta que me da ese característico beso en el cuello.

— ¡Chase! Déjame trabajar —le pido.

Él se ríe y niega en respuesta.

— ¿Sabes que las fiestas de fin de año consistían en simplemente alcohol y música, verdad? No hace falta toda la decoración —señala las luces que colgué.

Le doy un puñetazo ligero en el brazo.

— ¡Oye, que me estoy esforzando aquí!

—Lo sé, cariño.

¡Por Dios! Hasta mi propio novio me hace burla de como lo llamo.

Me paso las manos por la cara frustrada. Chase las toma y las pone al rededor suyo atrayéndome a él.

—No te preocupes —me besa la coronilla—. Todo saldrá bien Julie, ya verás —intenta calmarme.

Pero no, no saldrá todo bien porque las luces que acabo de colgar se caen y tienen un culpable. Alex se encuentra tirado en el sofá con todas las luces enredadas a su alrededor.

— ¡Alex Clark! ¡Te juro que te colgaré con esas luces yo misma!

Vale, tal vez si necesite calmarme.

— ¿Por qué no van tú y Lucy al centro comercial a comprarse algo lindo para esta noche? —propone Chase.

Asiento como una niña pequeña.

—Eso suena bien.

—Vale, yo me encargaré de colgar el resto de las decoraciones, ustedes vayan a divertirse.

Tomo de la mano a Lucy y la arrastro hacía mi coche. Estoy siendo una amiga pésima, me estoy enfocando más en la fiesta que en el corazón roto de mi amiga.

Vamos hasta el centro comercial cantando como unas desquiciadas canciones de Taylor Swift porque yo me encuentro en el corazón explotado de amor y Lucy... bueno, Lucy está pasando por un mal momento así que ¿qué mejor que Taylor Swift, verdad?