Capitulo 19

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Victoria se quedó un buen rato abrazada a mí, sus ojos estaban muy rojos y algo hinchados. Le acaricié el rostro para que se vaya tranquilizando poco a poco. 
-¿No te enojaste? -preguntó con la voz quebrada

-¿Por qué me enojaría? Me alegra mucho que me demuestres que confías en mi. -dije

-Gracias. -dijo y se secó las últimas lágrimas.

-¿Y ahora que pensas hacer? -pregunté

-Dejarlo... Pero es difícil ahora... Sé que es la misma sanata de siempre, pero quiero que me creas cuando te digo que lo voy a dejar. -dijo

-Yo te creo... Pero si el tiempo pasa y vos seguís en esa relación... ¿Sabes que puede ser un tema de pelea, no? -dije

-Por supuesto que lo sé. -contestó

-Igual yo no te estoy apurando para que lo hagas ya... Porque considero que cada persona es un mundo, con tiempos distintos y formas de actuar muy diversas. -dije

Ella sonrió. -Sé que vos lo entendes... Debe ser por eso que me encantas -dijo

Tomé su rostro con mucha delicadeza y le deje un beso en sus labios. 

-Vicky -dije

-¿Qué? -contestó

-¿No supiste más nada de esa mujer? -pregunté

-No... El día que supuestamente ella renunció me llegó por parte de Guillermo... Yo por supuesto fingí indiferencia pero en cierto punto me preocupé porque la causante de eso fui yo. -dijo

-¿No sabes si ella estaba con alguien en ese momento? -pregunté 

-No, la verdad que no. Por eso te digo, creo que a ella no le pasaba nada parecido porque nunca vino a hablar conmigo sobre el beso. -dijo

-¿Guillermo supo sobre eso? -dije

-No... No le conté nada. Es algo que nadie sabia, ahora lo sabes vos. -dijo

-¿Me puedo sentir un poco celosa? -pregunté frunciendo el ceño.

Ella rio. -Es algo del pasado... y no pasó más que eso. Vos sos... todo. -dijo

-Vos también -contesté

Ahora fue ella la que se acercó para dejarme un beso lento. Miré su rostro, con la piel tersa y pensé que era la persona más afortunada del planeta. 

-¿Qué hora es? -pregunté

El reloj marcaba casi 20:00 hs. Mi viaje era algo largo y llegaría a mi casa aproximadamente a las once de la noche. 
-¿No te podes quedar a dormir conmigo? -preguntó

-Obvio que quiero pero no quisiera volver a esconderme por si llega alguien de imprevisto. -dije

-Tranquila, él va a estar ocupado en la ceremonia de asunción... -dijo

-¿En qué? -pregunté

-Y en todo lo que es seguridad, reservar asientos para los invitados y que periodistas que pueden circular por el lugar... -contestó

-¿Entonces no viene? -pregunté

-No, no tranquila -contestó

Ella entró a bañarse y en lo que la esperaba, lave las cosas que habíamos usado para la merienda y barrí un poco el living. Luego le mandé mensaje a mi madre pero iba a decirle la verdad, después de todo ella permitió que Victoria duerma en casa.
Recordé que estaba invitada a la asunción, así que le pedí a mi mamá que me lave la ropa nueva. Luego le pediría prestado a mi prima su blazer negro. 

¿Qué queres comer? -preguntó saliendo del baño en bata

-Sinceramente no tengo hambre. -dije

-Yo tampoco... ¿Y si tomamos un tecito con galletitas? -preguntó

VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora