Capitulo 31

448 34 34
                                    

Todos los canales de televisión, se encontraban en la calle del Hotel esperando noticias de los mandatarios libertarios que estaban resguardados allí después del lindo desastre que habían ocasionado unos inadaptados sociales. Se supo que detuvieron a unos cuantos por el gran trabajo de Patricia Bullrich, donde la mayoría de ellos gozaban en un plan social que no les correspondían. Esta era la Argentina que había dejado el gobierno anterior. 
La gente no la estaba pasando bien, consecuencia de tantos años sin solucionar el problema de raíz sino colocar parches.  

En la habitación presidencial del Hotel Libertador se encontraba la vicepresidente Victoria llorando desconsoladamente en el regazo de su hermana quien acariciaba su cabello de forma cariñosa. Después de calmarse, Victoria se confesó ante su hermana con respecto a su sexualidad y el amor que sentía por una joven que actualmente su estado de salud era una incógnita. Virginia se sorprendió ante tal confesión pero no dudó en darle apoyo a su hermana y su aprobación para tener una relación con Soledad, con la condición de que primero quería conocerla. 

-No puedo creer todas las cosas que hizo Guillermo para separarlas. -dijo Virginia.

-Está como loco... Pero antes que entres estábamos discutiendo. Me ocultó todo el día lo que había pasado con Soledad. -dijo Victoria. 

-Que tipo... Siempre se mostró amable. -dijo Virginia.

-Si, con ustedes... Más con papá y mamá. Pero bueno... Lo importante es que Sole esté bien, después no me importa nada más. -dijo Vicky con seguridad. 

-¿Cómo está? -preguntó su hermana. 

-Me dijo Caro que la iban a operar para sacarle la bala pero que iba a estar en terapia después de eso... -dijo Victoria y hubo un silencio. -La quiero ir a ver... -soltó Vicky mirando de reojo a su hermana. 

-No Victoria. No podes ir... Casi te matan hoy. -dijo Virginia.

-Pero estoy bien... Casi matan a mi beb.. A Soledad. -dijo con algo de verguenza.

-¿Cómo? ¿Ibas a decir bebé? -dijo Virginia sonriendo. -¿Quién lo diría mi hermana arisca diciéndole bebé a una pretendiente... -dijo

 -Ay cállate...-dijo Vicky sonriendo. 

La broma de su hermana le había sacado una sonrisa pero ella seguía con la cabeza maquinando por Soledad. 

-Ya hablando en serio. Quiero verla. -volvió a decir.

-Primero no podes porque se enteraría media Argentina y segundo... Está en terapia. No podes verla. -dijo Virginia.

Victoria bajó la cabeza ante tal verdad. Pero a ella no le importaba que se entere media Argentina, solo quería que a Soledad la deriven a sala y pueda recibir visitas. 
Le envió un mensaje a su amiga Carolina, para que le avisara cualquier novedad.

En la sala de espera del sanatorio, se encontraban todos los compañeros de Soledad sentados en los sillones, entre ellos estaba Tomás que apenas se enteró, se acercó lo más rápido que pudo. Carolina era la que más estaba sufriendo porque hacía hincapié en que tiene una hija y se pone en el lugar de madre. 

Vanesa, la madre de Soledad apareció con su esposo y Nicolás. Eugenia los atendió, brindándole toda la información que recibieron por parte de una enfermera. Eso causó que Vanesa tenga que sentarse y tomar un vaso de agua, entendible... Le dijeron que su hija tiene un pie en la vida y otro en la muerte. 
Los varones se encargaron de distraer a Nicolás que estaba un poco asustado al ver el comportamiento de su madre. Por eso, lo llevaron a la cafetería para comer algo. 
Osvaldo, el padre de Soledad quedó completamente duro mirando un punto fijo.

En otro lugar del gran sanatorio, pudieron extraer la bala pero de la misma había quedado plomo en el cuerpo de Soledad. Por eso, con mucho cuidado removieron lo que pudieron pero se sabía que lo que no se pudo sacar, traería secuelas tarde o temprano.
El cirujano dejó la herida abierta para permitir que la inflamación disminuya y los tejidos sanen, así que solo lo cubrió con una gaza. Luego de eso, la pasaron a la sala de terapia intensiva donde se le hizo una transfusión de sangre por la sangre perdida. Le administraron líquidos por vía intravenosa para prevenir la deshidratación, una sonda nasogástrica para remover cualquier líquido que esté en el estómago y por último, un respirador  ya que le costaba respirar por voluntad propia. 
El doctor Greco bajó al piso donde estaba sala de espera para informar a los familiares sobre el diagnostico de Soledad.

VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora