Cunnilingus: es la práctica del sexo oral en los genitales femeninos
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La última vez que Mahito te había agarrado, la habías pasado fenomenal con él torturándote con sus tentáculos así que ahora estabas pensando que más podría hacer aquella maldición con la modificación de su cuerpo.
Mirabas fijamente a Mahito a lo lejos pensando en lo mucho que puede hacer con su técnica maldita y en lo fácil que puede ser para el hacer lo que los hombres humanos jamás podrían hacer.
Al parecer Mahito sintió tu mirada sobre su cuerpo por lo que se giro a verte y te sonrió.
Horas después cuando estaba cayendo el ocaso en la playa. Kenjaku estaba fuera, Hanami, Jogo y Dagon sepa dios en donde se habían metido, pero no estaban ahí.
Choso por su parte estaba con Uraume, tampoco se sabía dónde, pero en resumen en la playa solo estaban Mahito y tú, nadie más.
Mahito: ¿porque me mirabas tanto? Te gusto o... ¿acaso soy el dueño de tus fantasías?
Él sonrió mientras que murmuraba eso cerca de tu oído.
_____: tal vez...
Mahito: en que cosas piensas _____...
Lo miraste y sonreíste
_____: pienso en lo fácil que es para ti poder cumplir cosas que para los humanos son imposibles de hacer...
Mahito: claro... soy superior a los humanos...
El te rodeó con sus brazos y te alzó jalándote sobre su regazo.
Mahito: ¿quieres volver a lo de los tentáculos o quieres usarme como juguete sexual para alguna otra fantasía que tengas...
Lo miraste por unos momentos y realmente Mahito siempre te había parecido un tipo muy irritante, siempre fastidiando a todas las personas que tenía alrededor y cuando se le presentaba la más mínima oportunidad siempre buscaba joderles la vida a quien pueda...
Pero ahora de repente ya no te cae tan mal como solía caerte antes...
_____: puedes cambiar cualquier parte de tu cuerpo cierto?
El asintió y empujó su pelvis hacia tu intimidad...
Mahito: ciertamente yo no tengo placer sexual, ni libido sexual, pero me gusta llevar a los demás al límite no importa cuál sea el método ¿Qué quieres de mí? Dime como puedo torturarte _____...
_____: quiero tu lengua en mi entrepierna...
Él sonrió y abrió la boca mostrándote su lengua, ya la había hecho mas larga pero ahora aprovecho y la hizo bífida lo cual te hizo sonrojar...
Ambos se dirigieron hacia una de las cabañas y te acomodaste en una de las sillas para ver como Mahito se colocó entre tus piernas...
Desató tu bikini lanzándolo al suelo y tras ello te jaló más cerca del borde de la silla para luego arrodillarse sobre los tablones de madera y abrir la boca acercándola a tu intimidad...
De primeras Mahito trazo una raya completamente grande sobre tu intimidad abarcándola por completo.
Luego de ello rodeo tus muslos con sus manos y presionó su rostro mas contra tu intimidad... Hundió su lengua dentro de tu vagina y empezó a moverla en diferentes maneras, era increíble el buen control que tenía sobre ese musculo.
Mahito alargo su lengua y la engrosó dentro de los canales de tu vagina, luego la jalo hacia afuera y volvió a empujar hacia adentro haciéndote gemir...
Tras ello volvió a separar su lengua en dos y movía ambas puntas en direcciones contraria para hacerte sentir el sobre de placer...
También modifico su lengua para que tuviera pequeñas protuberancias que te rozaran las paredes por dentro lo cual al principio fue una sensación muy extraña pero luego de unos segundos más se volvió una sensación muy placentera para ti...
Mahito no se quedó detrás con el tema de frotar tu clítoris... movió su dedo pulgar sobre el punto sensible y sonrió juguetón cuando sintió que tu vagina se apretó en contra de su lengua...
El peliazul sacó su lengua de tu interior y lamió los labios de tu intimidad la cual era una zona muy sensible para ti... tras ello subió y lamio tus senos dejando una mordida que te impregno marca.
Luego de eso volvió a bajar entre tus piernas, una de las mejores cosas que podía pasar es que Mahito al ser un espíritu maldito no tenia la necesidad de respirar por lo que cuando cerraste las piernas con fuerza alrededor de su cabeza, el ni se inmuto solamente siguió moviendo su lengua en tu interior mientras que sus ojos miraban hacia arriba observando las expresiones de places que hacías en respuesta a sus acciones.
Cuando te corriste y aquellos fluidos blancos de tu orgasmo empaparon sus labios, Mahito sonrió y los lamió para luego tragarlos y levantarse.
Te miró desde su posición ysonrió contento al verte hecha un desastre tembloroso...
