- ¿Esa chica irá a tu casa?
- No tuve otra opción que aceptar mi desdicha...
- Espero puedas sobrevivir con eso.
La rubia escuchaba al otro lado de la llamada las risas que provenían de Yoko y el como Divina intentaba callarla inútilmente.
- ¡Hey Nid! Se que estás escuchándome por lo que tengo que contarte que a Divina le gusta un chico llamad-
- CÁLLATE YOKO. -la castaña intentó golpear a su amiga para que se callará pero falló en el intento- lo siento creo que se va la señal, no puedo escucharte, luego te hablo, ¡adiós!
Y la llamada finalizó dejando a una Enid confundida pero con ganas de querer saber sobre aquel chico que "supuestamente" a su amiga le gustaba. Divina no solía contarle mucho sobre su vida personal, tenía más confianza con Yoko ya que la conocía de hace años.
A veces incluso sentía que no eran del todo amigas y que solo eran compañeras que se estaban formando para probablemente ser monjas en algún futuro no tan lejano. Que después de eso terminarían olvidándose ya que cada una haría su vida.
Dejó de lado ese pensamiento para pasar a otro mucho peor. La noche en la que decidió visitar a Ajax para solucionar las cosas con él no había terminado como ella lo esperaba.
Al principio, el chico se encontraba tan indignado que ni siquiera la miraba hasta que la dejó pasar a su casa, grave error.
Sin ninguna "mala intención" la invitó a pasar a su habitación para poder conversar con más privacidad pero Ajax no desaprovechó la oportunidad de robarle un beso en la mitad de la conversación, beso que Enid no quería corresponder pero que al final termino accediendo para que este no se sintiera menospreciado.
Ese mismo día al llegar a casa se lavó los dientes repetidas veces, no miró su celular porque sabía que los mensajes del joven aparecerían en la barra de notificaciones, preguntándole probablemente si podrían al fin ser pareja.
Cuando pensaba que ese sería su único problema llegó otro pero este sería el que desencadenaría un montón de sentimientos confusos que la aterrorizaban.
- ¡ENID! ¡Parece que tu amiga ya llegó, ven baja para que la recibas! - gritó su madre.
La rubia sacudió su cabeza de un lado a otro, lo único que tenía que hacer era no pensar en ese maldita pesadilla.
Bajó lentamente por las escaleras para recibir a su invitada que ahora se encontraba conversando con su madre.
- Entonces recién se mudaron.
- Así es, mi familia suele tomar decisiones muy apresuradas, sin embargo, no parece ser tan mala la estadía aquí.
- ¡Claro que no! Estoy segura que muy pronto te acostumbrarás. -Esther notó la presencia de su hija por lo que hizo que se uniera a la conversación- oh Enid, no sabía que tenías una nueva amiga
- Si es que... es nueva, como ya estas viendo. -respondió la rubia sin tanta emoción.
- Suelo compartir clases con su hija, no hablamos mucho pero tampoco nos llevamos mal.
- Eso me alegra, bueno, ¡ahora pueden pasar más tiempo juntas! Yo las llamaré en cuanto este la cena.
Ambas adolescentes asintieron, Enid tuvo que guiar a Wednesday hasta llegar a su habitación.
- ¿Por qué viniste así?
- ¿Así cómo?
- Con el uniforme de la escuela. -la rubia rodó los ojos.
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Sin pecado concebida - wenclair
RandomLa vida religiosa de la hija mayor de los Sinclair empezará a destruirse poco a poco cuando conozca a una chica por accidente. Advertencia: contenido G!P