Capítulo 12

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N/A: ya que estamos en semana santa, he planeado para ustedes dos capítulos especiales! ^^

Por cierto, esto es como una montaña rusa de emociones. La aceptación no suele ser tan rápida, créanme, yo misma lo he vivido.

En fin, les dejé una canción de Ethel cain para que disfruten, sin nada más que decir empecemos:3.

"Llegué a casa con la vestimenta sucia pero con un suave y extraño hormigueo en el estómago. Mi madre me miró asombrada al verme en ese estado pero no podía decirle, no podía decirle sobre mi pequeña aventura con la hija religiosa de los vecinos. Ella me mataría, le había prometido no meterme en más problemas pero, supongo que es inevitable, así que, tendré que soportar sus regaños.

Wednesday se deshizo de su uniforme para meterse a la ducha y así, darse un baño de agua caliente que hizo que su cuerpo se relajará.

Pasó su dedo índice por sus labios y una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro. El recuerdo de ella siendo besada con tanta lujuria por su compañera pasaba una y otra vez por su mente. Era irreal y no podría creerlo, ni siquiera tuvo que ser ella quien tomara la iniciativa.

Su ego creció al pensar que ya en sus manos tenía aquella chica. ¿Quién lo diría?

— Wednesday, no demores en la ducha que la cena pronto estará servida. —dijo Pericles dando un suave golpecito en la puerta para luego alejarse al ser llamado por su madre.

Morticia acomodaba los platos en la mesa y Homero se encargaba de vaciar un poco de vino en aquellas copas resplandecientes.

— ¿Ya viene tu hermana?

— Si madre, sabes que Wednesday suele demorarse. —respondió Pericles sentándose en una de las sillas y relamiendo sus labios al ver su cena.

— Tish, esto esta para chuparse los dedos. —dijo Homero tomando la mano de su esposa y depositando un suave beso haciendo que esta sonriera.

— ¿Ya van a empezar?

El hombre sonrió al ver a su hija. 

— Mi pequeño tormento, que bueno que ya saliste de la ducha, tu madre hizo unos platillos que estoy seguro te encantarán.

— Claro. —respondió la pelinegra sin demostrar alguna expresión.

La familia al fin reunida empezó a degustar de los diferentes platillos, sobre todo Pericles que ya se moría de hambre.

— Recuerden que solo hoy y mañana tendremos este banquete. —exclamó Morticia alzando su tenedor que ahora tenía un pedazo de carne incrustado— pasado mañana será viernes santo.

— Que gran noticia... —susurró Wednesday llevándose un pedazo de spaghetti a la boca.

— Mon cheri, no olvides que hemos tenido una espléndida tarde con los vecinos, ¡Quien diría que son tan amables! —dijo Homero cambiando la conversación y haciendo que la pelinegra esta vez prestará atención.

— Es verdad, son personas increíbles. Deberíamos reunirnos más con ellos, ¿Tú que opinas Wednesday? —preguntó Morticia con una sonrisa. 

— Suena bien, supongo.

— ¿Supones? ¿Acaso no te gustaría pasar más tiempo con Enid?

La pregunta de su padre hizo que la pelinegra casi se ahogará con su propia comida. Por supuesto que le encantaría pasar más tiempo con la chica que se la "comía" a besos y que parecía perder el control solo con ella.

— Tal vez, tal vez me gustaría pasar más tiempo con... con ella. —Wednesday bebió un poco del vino, no iba decirle a su madre que estaba metiéndose con la hija de una familia altamente religiosa, claro que no lo haría— me siento llena, ¿Puedo ir a mi habitación?

Sin pecado concebida - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora