Sin pecado concebida - wenclair

Capítulo 14

Durante el camino a casa se sentía cierta tensión. Era raro no escuchar a sus padres conversar como habitualmente lo hacían, por dentro, Enid estaba segura de que su madre más allá de estar molesta, se encontraba decepcionada.

¿Y cómo no podría estarlo? Había arruinado la vigilia por esa estúpida pesadilla y ahora todos en la iglesia seguramente lo comentarían al día siguiente.

Sería el hazmerreír de su pueblo y de su escuela.

"Mañana hablaremos a profundidad sobre el tema"

Fue lo único que escuchó de su madre antes de salir de la habitación, dejándola sola como ya era de costumbre.

Recordó que en uno de sus bolsillos se encontraba el cassette que Ajax le había obsequiado pero se encontraba tan desanimada como para escucharlo que lo único que hizo fue tirarlo en su cama restándole poca importancia.

— ¿Por qué? ¿Por qué tiene que pasarme esto a mi? —la rubia se acostó en su cama manteniendo ambas manos encima de su pecho, el silencio era abrumador. Necesitaba respuestas, necesitaba volver a ser la misma de antes. Jamás había tenido ese tipo de pesadillas y ahora extrañamente aparecían como si nada, atormentando y torturando su mente.

Sintió que en cualquier momento se frustraría nuevamente pero en eso escuchó el sonido que le indicaba que tenía una nueva notificación en la barra de inicio.

Grande fue su sorpresa al ver el mensaje de un número desconocido.

¿Te encuentras bien?

Era Wednesday, ¿Quién más se preocuparía por ella como para enviarle un mensaje en plena madrugada?

¿Cómo obtuviste mi número?

Eso no importa, solo quiero saber si te encuentras bien.

Estoy bien, gracias por preguntar.

No entendía la insistencia de la pelinegra por querer saber su estado emocional.

Pensó que está le contestaría e intentaría armar una conversación pero no fue así, Wednesday había leído el mensaje sin embargo ya no respondió.

Tal vez la respuesta "seca" por parte de Enid hizo que Wednesday comprendiera que no quería hablar con nadie, por lo que, respetaría su decisión.

— Tienes una extraña obsesión conmigo, Addams—dijo la rubia apagando su celular y dejándolo en la mesita de noche, solo quería descansar y dejar de pensar en todo lo ocurrido. Al día siguiente le esperaba una conversación "incómoda" con su madre.

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A la mañana siguiente ya se encontraba desayunando con sus padres en medio del incómodo silencio.

Murray leía detenidamente la biblia esperando a que Esther tomará la palabra.

— ¿Me puedes decir que pasa contigo? —preguntó la mujer con una voz que hizo que Enid se encogiera de hombros— Todos se nos quedaron viendo cuando empezaste a gritar, ¿Por qué tenías que actuar así justamente en la iglesia?

— Madre yo...

— Sabes que es una falta de respeto gritar en una iglesia, encima te quedaste dormida en la vigilia, eso me decepciona.

La rubia solo agachó la cabeza mientras escuchaba los regaños de su madre. A Esther le importaba más quedar bien con los vecinos y mostrar que su familia era un ejemplo a seguir. Su fé y sus costumbres eran lo primero en la lista.