Omega | Ineffable Husbands

Nuevos comienzos

Aziraphale estaba dando vuelta de un lado a otro con evidente nerviosismo, llevándose a los labios sus uñas cada cierto tiempo, logrando que Belcebú se pusiera de pie y fuera a detenerlo por los hombros.

—¿Puedes respirar Aziraphale? Solo han pasado unos segundos.

—Lo sé, lo sé, pero ¿Y si esa prueba de embarazo sale positiva?

—Se lo dices a Crowley y listo, él va a ser el alfa más feliz del mundo cuando sepa que va a ser papá y va a poder vivir la etapa que antes no pudo— Belcebú le sonrió, tratando de hacerle sentir paz, si en verdad el Omega estaba en estado de gestación, tendría que llevar una vida tranquila y cómoda, sino, Crowley jamás se lo perdonaría— solo respira.

El rubio asintió, limpiándose el sudor de las manos sobre sus pantalones.

—¿Puedes seguir ayudándome a preparar la cena? Quiero que esté día se especial para Crowley.

Belcebú asintió, guardando la prueba en la cajita, antes de ayudar a Aziraphale a bajar las escaleras hasta la cocina.

—¿Los niños van a estar presentes cuando hables con el jefe?

—No, se los diré después— Aziraphale dejó que el horno comenzara el proceso de cocción del pastel que tanto había adorado su alfa en la adolescencia— Seguramente les va a gustar saber que por fin seremos una noticia.

—¿Quieres que sea tu testigo en la boda?

—Eso me encantaría, pero creo que Crowley va a quererte como su testigo, así que mejor ¿Te gustaría ser mi dama de honor? Tú y Anathema serían las únicas— Belcebú pasó más verduras recién cortadas en las manos de Aziraphale, quién comenzó a colocarles un poco de mantequilla antes de ir por la carne— De parte de Crowley creo que será ¿Lucian? Si, ese beta que nos estuvo ayudando mientras estaba secuestrado.

—Es una buena persona, supongo— Belcebú quiera ser mas útil, pero Aziraphale parecía bastante cómodo haciendo la comida que a la alfa se le hizo una grosería interrumpir.

—Lo es— Aziraphale tarareando llegó hasta su alacena— Pero por más que intenté convencer a Crowley de que dejara ir a Newt al evento, se negó.

—No lo va a perdonar tan fácil, dale tiempo, además, el embarazo de Anathema ya está bastante avanzado, no queremos que le pase nada ¿Verdad? No la alteres.

Aziraphale asintió, decidido a concentrase en la cena, y las decoraciones, agradeciendo a Belcebú que cuidara a los niños mientras hablaba con Crowley. La alfa le deseó buena suerte antes de llevarse a Muriel y Adán con ella.

El rubio estaba nervioso, pero se calmó inmediatamente cuando el aroma de Crowley llegó a sus fosas nasales.

—¿Puedo saber a qué se debe todo esto cariño?— Crowley parecía feliz con el nuevo trabajo que había decidido crear: una galería de arte, misma que estaba siendo bastante popular, además de un invernadero que era su más grande orgullo — Es hermoso, pero tú no haces esto sin ninguna razón, ángel.

—Ven, vamos a comer antes de hablar.

Crowley asintió, sonriendo cuando el sabor del puré y la carne mezclados inundaron su paladar.

—Siempre haz cocinado exquisito.

—Gracias por el halago, cariño.

—Mereces todos los halagos del mundo.

El sonrojo de Aziraphale fue suficiente para hacer que el alfa de Crowley ronroneara.

—Crowley, hay algo que debes saber— Aziraphale se puso de pie, subiendo las escaleras hasta su habitación, tomando la caja entre sus manos temblorosas.

Los ojos de Crowley se abrieron de la sorpresa.

—¿Vamos a...?— con torpeza abrió la caja, observando que la prueba de embarazo había salido positiva — ¡Voy a ser papá!— con emoción Crowley abrazó a Aziraphale, ronroneando de felicidad, sin dejar de besar las mejillas de su Omega— Vamos a ser papás, cariño — los besos llegaron hasta los cabellos de Aziraphale, quién no dejaba de sonreír, expulsando su aroma más dulce—¿Desde cuándo?

Aziraphale sonrió negando de un lado a otro.

—Reconocí algunos síntomas de mi primer embarazo, le pedí a Belcebú que comprara la prueba.

—¿Ella estuvo contigo? Eso no es justo, yo debí de estar aquí.

—Vas a estar en el embarazo querido, en el nacimiento, en su educación, no debiste tenerle envidia.

—Lo sé, lo sé, pero cada momento de mi bebé me pertenece— Crowley tomó la mano de su ángel, quedándose helado cuando algo frío tocó sus labios — ¿Ángel que ...?

—Bueno, creí que ya era momento de ser formalmente una familia ¿No?

Los ojos de Crowley comenzaron a llenarse de lágrimas, mismas que Aziraphale podía contemplar en todo su esplendor, pues su adorado alfa no solía llevar los lentes cuando ingresaba a su casa.

—¿Esto...esto es real?

—¿Por qué no lo sería cariño? Claro que es real, todo esto es real. Puedo jurarlo.

Crowley dejó que su frente y la de Aziraphale se unieran, a veces el silencio era bastante agradable, más cuando su corazón aún no creía que su más grande sueño estuviera haciéndose realidad.

—Entonces ¿Si vas a casarte conmigo?

—Por supuesto que sí Crowley, tenía pensando en que nos casaramos antes de que el embarazo sea más notorio y ningún traje me quede, o corramos el riesgo de que a mitad de ceremonia me quede dormido.

Crowley sonrió al imaginarse aquellos escenarios.

—Vas a ser el novio más hermoso de todos, ángel.

Aziraphale no pudo evitar volver a sonrojarse.

—Tú vas a ser el papá más amado y sexy de todos— Crowley dejó un casto beso en los labios de su prometido— ¿Cómo se lo vamos a decir a los niños?

—Mmm, ¿Te parece que les digamos que van a ser hermanos después de su fiesta de cumpleaños?

—Va a ser el mejor regalo de todos.

—Mi familia es el mejor regalo de todos, ángel. De eso jamás tengas duda.