Omega | Ineffable Husbands

Alegrías del corazón

Por año nuevo, también les tengo dos capítulos, ojalá les gusten

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Para Aziraphale todo fue borroso una vez el sonido de aquel disparó llegó a sus oídos, no sabía si correr en dirección a sus hijos o huir lejos para protegerse.

—Azi, ángel, vas a estar bien — la voz de Crowley se escuchaba lejana, pues el omega apenas si tenía conciencia para seguir con los ojos abiertos—No, no te duermas ¡Belcebú!

El rubio trató de aferrarse a algo, lo que fuera, pero sus párpados pesaban tanto que al final, dejó que el sueño lo envolviera suavemente, haciendole olvidar el dolor y ardor que había producido aquel impacto en alguna parte de su cuerpo que se negó a despertar hasta un par de horas después.

Lo primero que observaron sus ojos, fueron las blancas paredes de hospital, seguido del olor a sanitizante y medicamentos que le era desagradable a aquella blanca nariz.

—Mhmj.

Ni siquiera las palabras querían salir de su boca, la cual se sentía extremadamente seca, como si la misma arena del desierto se hubiera colocado directamente en su lengua.

—¿Aziraphale?

La familiar voz de Belcebú le hizo girar en su dirección, notando que la mujer estaba pálida y nerviosa.

—No, no hables. Tranquilo. Todo está bien— la mujer pasó una mano por su frente mientras tarareaba— los niños están con Anathema, Crowley está en el mismo hospital siendo atendido, pero ha venido a verte antes de que se lo llevaran casi a rastras.

¿Era normal que a Aziraphale le doliera la cabeza? El rubio apretó los ojos.

—La bala no llegó a ningún órgano vital, los doctores dicen que vas a estar bien, solo necesitas descansar.

—¿Me... Metatrón?— la palabra apenas si pudo entenderse, pero Belcebú al parecer estaba preparada para entender cualquier cosa.

— Después de que te disparó y me abalance sobre él, bueno, logramos contenerlo, también a toda su gente, pero como no sabíamos si ya era seguro o no, nos lo llevamos a todos hasta casas de seguridad, en estos momentos deben de estar siendo torturados, no te preocupes— Aziraphale no sabía si aquello debía tranquilizarlo, pero no diría nada al respecto —y tú plan de lanzarlo contra los medios está rindiendo frutos, muchos empresarios han declarado que no quieren verse involucrados con alguien de su tipo y han estado abandonado sus sociedades. Está cayendo justo como lo hizo Roma.

—Grac... Gracias Belcebú.

—No digas nada, fue un placer ayudarte. Creo que nunca nos sentimos tan intimidados por alguien en el trabajo.

Aziraphale soltó una risa, que de inmediato trató de calmar, pues aún le dolía aquella herida.

—¿Quieres que te pida más analgésicos?

—No, prefiero...acostumbrarme al dolor— admitió, pues él de primera mano había visto a mucha gente hacerse adicta especialmente a la morfina y el Omega no tenía ánimos de pasar por ello— ¿Puedo ver a mis, a mis hijos?

—Si, pero solo por poco tiempo ¿Por favor? Los niños quedaron bastante conmocionados por lo que te pasó.

Aziraphale estuvo de acuerdo con Belcebú, así que se limitó a quedarse con sus pequeños una hora antes de que estos se fueran, y aunque el Omega insistió en querer explicarles porque se había alejado de Crowley, los niños dijeron que sería mejor hacerlo después. El rubio no sabía si sentirse aliviado o preocupado, pero decidió que sería mejor que su alfa estuviera con ellos antes de hacer o decir algo.

Esa noche no pudo dormir correctamente, pero si que pudo descansar cuando Crowley fue a visitarlo, pues a él lo habían dado de alta hacia una hora, porque si bien sus heridas eran demasiado aparatosas, Crowley podía recuperarse más rápido que un Omega si contaba con los medicamentos y cuidados adecuados.

—¿Estás seguro que no quieres quedarte un día más en el hospital?— Aziraphale no estaba del todo seguro de dejar ir a su alfa al lado de sus hijos,y menos en las condiciones en las que estaban.

—Estaremos bien ángel, a menos que quieras que duerma aquí, contigo.

Aziraphale negó, no porque no quisiera estar con ellos, sino porque Crowley también necesitaba descansar adecuadamente.

—Belcebú va contigo, al igual que los demás hombres¿Oíste?

Crowley chasqueó la lengua — Belcebú me contó que tomaste el mando en poco tiempo y además lo hiciste muy bien, no sabes el efecto que tiene eso en mi ángel, verte así de enojado, dispuesto a todo— Crowley soltó un gemido que hizo que Aziraphale se sonrojara— ¿Puedes volver a ponerte así? Es que yo no te vi.

—Eso solo podré hacerlo en la cama de ahora en adelante cariño.

Está vez fue el turno de Crowley de sonrojarse — Si todos ellos se van conmigo¿Quién cuidará de ti?— teniendo cuidado, el alfa dejó que su nariz se restregara por el cuello de su Omega, teniendo que contener el instinto de morderlo.

—Los hombres de mi madre.

—Mmm, no me gusta que los hayas llamado.

—A mi tampoco me agrada mucho, pero necesitábamos gente de nuestro lado.

Crowley arrugó la nariz— Ahora van a querer venir a ver a sus nietos y no quiero compartir a mis hijos con nadie que no seas tú.

—No seas tan celoso Crowley, ¿Qué va a ser de nosotros el día que tengan pareja?

—Lo tienen prohibido hasta los cincuenta.

—Crowley...

—Está bien ángel, discutiremos el asunto una vez estés fuera del hospital.

Aziraphale jugueteó con la mano de Crowley unos segundos, preparando la pregunta que saldría de sus labios.

—¿Cómo está Newton y Anathema? Belcebú me dijo que mis hijos habían estado con ella pero no quise preguntar nada, no sabía cómo se lo iba a tomar.

—Newton despertó mientras estábamos llegando al hospital, dijo que si, fue contratado por Metatrón para ser su espía más confiable, pero que todo fue bajo amenazas contra su familia — Crowley sujetó con fuerza la mano de su Omega — así que cuando su madre murió se negó a seguir trabajando para él, aunque terminó por rebelar cierta información antes de poner en peligro la vida de Anathema, hasta que no soportó más y fue a enfrentarlos. Todos sabemos el resto.

Aziraphale soltó un fuerte suspiro —¿Qué va a pasar con él?

—Es seguro que la policía debe de ir por él, pero como está dispuesto a colaborar seguramente van a reducir su condena o le van a permitir pagar una fianza— Crowley besó la mano libre de su omega— ellos van a estar bien ángel, no vamos a dejarlos solos, bueno no dejaría sola a Anathema, no después de que te cuido, de que cuido a mis hijos.

—Gracias Crowley.

—No tienes que agradecer, es lo mínimo que puedo hacer, ahora descansa¿Si? Llevaré a los niños hasta la casa, haré que descansen al menos dos días o quizá una semana antes de enviarlos a la escuela¿Está bien para tí?

—Dos semanas, dales dos semanas, mejor un mes, ellos pasaron por mucho... ¿Y si mejor contratamos a un tutor privado? Van a estar más seguros en casa.

Crowley negó sin poder borrar la sonrisa de su rostro — Lo discutiremos cuando estés mejor, pero no creas que te vas a librar tan rápido de nosotros, vendremos a verte diario.

Aziraphale sonrió, quizá parte de su vida no había sido del todo fácil, pero si debía de pasar por lo mismo para llegar hasta la felicidad que ahora sabía podría tener, no dudaría ni un segundo, no cambiaría nada con tal de tener a sus hijos y a Crowley con él.