Nick.

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- ¿Viste para dónde se fueron? - me grita sin siquiera mirarme a los ojos, con la respiración agitada.

Solo observa hacia el bosque espeso que se encuentra frente a nosotros.

- No, los perdí. - digo apenas audible.

Nos detenemos en seco y Harry no tarda en empezar a maldecir al aire.

- Un solo trabajo tenías, Nicholas, un maldito trabajo - se dirige a mi, molesto.

- Yo no soy cazador, Harry, ni siquiera tengo porque estar aquí.

- Te recuerdo que no solo eres parte del clan, eres el principe, TIENES que ayudarnos.

Estoy a punto de responder y probablemente iniciar una pelea sin sentido, pero Ben interrumpe.

- Cariño, basta. - toca su hombro tratando de calmarlo - No es trabajo de Nick estar aquí, solo trataba de ayudarnos.

- Ni siquiera hizo nada bien, siempre es lo mismo con él. - comienza a gritar, como si yo no estuviese ahí.

Se quedan discutiendo y yo simplemente regreso a casa, ya no voy saltando sobre las espesas copas de los pinos, solo voy caminando entre sus troncos.
Hace frio hoy, debemos estar a unos 2°, pero el enojo que siento crea un aura de calor a mi alrededor.

Harry es mi primo, es 5 años mayor que yo y también lo convirtieron desde pequeño. Benjamin es su pareja desde hace 6 años y se casaron hace 2, se convirtió en su noche de bodas, después de un enorme ceremonia.
Hasta la fecha, no se cómo es que Ben pudo fijarse en Harry, quiero decir, Harry es buena persona, pero es un Grinch, un gruñón, un ogro...y Ben es una florecita, un arrullo, un abrazo hecho persona. Son completamente diferentes, aunque pensándolo bien, que bueno que Harry encontró a Ben, solo así logra calmar su mal humor.

No culpo a Harry por enojarse conmigo, realmente yo no sirvo para cazar, tampoco para "defender" el terreno. De hecho, yo no sirvo para ser un vampiro.
Todavía tengo que esperar a que alguien cace algún ciervo para poder tomar su sangre porque yo no me atrevo a matarlos.
¿En qué momento se le ocurrió a mi padre convertirme? Habría dado lo que sea por ser un humano normal.

Bueh, realmente tampoco funciono bien como un humano normal, ja.

Cuando regreso a casa, lo primero que veo es el espacio vacío en el salón principal, donde solía estar el piano de mamá. Me acerco y sigo con mis pasos el borde que se ha quedado marcado sobre la alfombra desde que quitaron el piano, hace 10 años.
Extraño a mamá, la extraño mucho. Y extraño la música, la extraño tanto como extraño a mamá.

La música en esta casa se fue junto con ella y una parte de mi, también.
Y no quiero decir que vivo en depresión, al menos, ya no, después de tantos años de terapia, ya logré superar esa parte, pero claro que la extraño, y a la música y a mi haciendo música.

Vivir con mi padre no ha sido precisamente malo, es solo que...el no ha llevado las cosas como yo, el aún guarda sentimientos negativos. Vive triste, aunque trata de disimular la mayor parte del tiempo, a veces no lo consigue y se encierra durante dias. Esa misma tristeza lo llevó a no dejar que ni yo ni nadie escuche o toque musica en esta casa, incluso sabiendo que es mi mayor pasión. No lo juzgo y no estoy molesto por eso, pero a veces extraño el tacto del piano bajo mis dedos, extraño el sonido del violín chocando contra mi mentón.
A veces me extraño, todo lo que perdí esa noche, lo extraño.

Me perdí en mis pensamientos, no se cuántas veces repasé la marca del piano sobre la alfombra con mis pies, pero Harry y Ben han regresado y ahora están hablando efusivamente con mi padre y David, que tampoco se en que momento llegaron al comedor.

Vampire Rivaux (Heartstopper AU) (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora