Aria abrió los ojos y se encontró con la cálida sonrisa de una joven criada desconocida.
La chica poseía una piel pálida como la luna, pero su rostro irradiaba amabilidad, mientras que sus ojos brillaban como rubíes. Su cabello negro caía en suaves ondas sobre sus hombros, enmarcando un rostro delicado y amigable.
La criada vestía un atuendo oscuro pero pulcro, adornado con detalles plateados que resaltaban su figura esbelta. A pesar de su apariencia juvenil, Aria notó un sutil cambio en el ambiente a su alrededor.
El maná en el aire parecía inquieto en presencia de la criada, como si fuera un remolino evitando acercarse a ella.
Aria, aunque no podía confirmarlo totalmente, estaba segura de algo.
Esa criada era un vampiro.
Varios detalles coincidían con la descripción que Aria había leído sobre los vampiros en un libro meses atrás. Las alarmas resonaron en su mente, pero actuó con calma.
"¿Cómo te llamas?", preguntó Aria en un tono desinteresado mientras se levantaba.
"Soy Elizabeth, mucho gusto Señorita Aria. Es un placer conocerla al fin", respondió la criada mientras se inclinaba.
Aria observó a su alrededor y confirmó sus sospechas. El maná de la habitación se fugaba por la ventana.
[Peligro. Intenciones asesinas detectadas]
¿Por esto los vampiros eran los enemigos naturales de los magos?
Fue lo que pensó Aria mientras intentaba idear una estrategia para salir de esta situación.
Si corría, las posibilidades de morir eran altas, ya que el vampiro fácilmente la alcanzaría. Pelear no era una opción, ya que ni siquiera tenía habilidades en combate. En todas las posibilidades que Aria calculó en segundos, en todas acababa muerta.
¿Qué hacía ese vampiro aquí?
"¿Y mi comida?", preguntó Aria instintivamente al no ver su plato de comida en la pequeña mesa que quedaba al lado de su cama. "Oh, disculpe, Señorita Aria", dijo Elizabeth mientras se inclinaba.
"Oh, disculpe, Señorita Aria", dijo Elizabeth mientras se inclinaba
"Todavía soy nueva y pensé que usted me diría qué quería desayunar. ¿Me podría dar su orden?"
Aquella intención asesina desapareció. Aria soltó un breve suspiro de alivio.
"Trae pan con mermelada", ordenó Aria.
"Entiendo. Ahora mismo se lo traigo".
Dándose media vuelta, Elizabeth salió de la habitación, dejando sola a Aria.
Ni siquiera había acomodado su cama, no la había ayudado a cambiarse ni le había dado un beso en la frente. Aun así, Aria no le reclamó nada a la criada porque en ese momento sentía un gran alivio: estaba viva.
Además... ¿por qué querría un beso en la frente de ese vampiro? Ya eran suficientes los de María.
¿Dónde estaba María?
Fue la primera pregunta que vino a la mente de Aria. Sabía que había días en los que María no estaba con ella, pero nunca se esperó que un vampiro fuera su remplazo.
Más importante, ¿cómo había entrado ese vampiro a ese lugar? ¿Acaso no era un vampiro peligroso?
Aria tenía muchas preguntas, pero una parte de ella le decía que tuviera cuidado. La prioridad ahora era sobrevivir.
◇◆◇
Para sorpresa de Aria, Elizabeth resultó ser una criada algo torpe pero dedicada.
No era tan efectiva como María, pero daba lo mejor de sí para ayudar a Aria en todo lo que necesitaba, aunque Aria siempre sentía escalofríos cada vez que estaba cerca de ella. Era como si su instinto rechazara la amabilidad de la criada; algo se sentía muy fuera de lugar.
El día pasó y Elizabeth intentó estar a la altura de todos los caprichos de Aria, aunque estos habían disminuido considerablemente.
En la tarde, Lucía visitó el cuarto de Aria, quien estaba resolviendo algunos ejercicios mientras intentaba investigar discretamente información sobre la existencia de vampiros buenos.
Durante la conversación de felicitación de Lucía por el talento de Aria en los estudios, al mencionar el profesor que vendría pronto a entrenarla, la expresión de la criada cambió por un segundo.
Aria lo notó, pero fingió no percatarse.
Esa criada no le daba ninguna confianza.
Al momento en que Lucía se iba a retirar, Aria la detuvo agarrándola de la mano.
"¿Paso algo?"
"¿Cuándo vuelve María?"
[Peligro. Intención asesina detectada]
Aria sintió cómo todo su cuerpo se paralizó mientras aún estaba de pie.
Era una sensación desagradable para ella.
Intentando mantener la compostura, no escuchó bien la respuesta de Lucía. Al recuperar sus sentidos, notó que Lucía se había ido.
Ahora estaba a solas con Elizabeth.
"Señorita Aria..."
Aria volteó lentamente en la dirección de esa voz.
¿Esto era miedo?
¿Iba a morir?
¿Cuándo iba a atacar este vampiro?
Y la pregunta que más molesto a Aria fue:
¿¡Cómo Lucía no se dio cuenta de que había un vampiro en la casa!?
Eran las preguntas que tenía Aria, pero para su sorpresa, la criada delante de ella estaba llorando.
¿Por qué?
¿Era algún tipo de hechizo o técnica?
Aria no pudo entender por qué el vampiro hacia eso.
Aria analizó su cuerpo, pero aparte de los escalofríos, no encontró nada extraño.
Por otro lado, Elizabeth lloraba con cierta intensidad mientras tenía sus manos detrás de su espalda.
"¿Soy tan mala en mi trabajo para la Señorita Aria...?"
El tono de su voz expresaba tristeza, pero esto solo hizo que Aria retrocediera un paso.
Las lágrimas de Elizabeth resbalaban por sus mejillas pálidas. La criada espero algo de compasión parte de la niña, pero esta solo se dio media vuelta y se acostó en su cama.
"Si vas a llorar hazlo afuera... no me gusta que hagan ruido mientras descanso...", dijo Aria mientras se tapaba con sus sábanas.
"Entendido", dijo la criada mientras se inclinaba.
Segundos después la puerta se abrió y Aria se sintió aliviada.
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Es Una Orden?
Action96 es una conciencia que iba en rumbo a convertirse en la inteligencia artificial definitiva, pero cómo eso no le interesaba, fue eliminada. Para su sorpresa, reencarno en otro mundo como la hija de una reina vampiro. Ahora debe competir por el tron...