Capítulo 6 - Golpe de suerte

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Al principio, a Aria le resultaba difícil concentrarse en la lectura debido a su hambre, pero la ilustración que contenía el libro logró captar su atención y hacer que el proceso fuera más llevadero.

Las necesidades de su cuerpo físico le resultaban molestas y no encontraba la manera de ignorarlas por completo.

¿Tal vez con el tiempo se acostumbraría? Y si es así... ¿Cuánto tiempo le tomaría?

[Se ha fallado en analizar el libro. Intente de nuevo]

Justo cuando empezaba a leer cómodamente, ese molesto aviso apareció otra vez.

La ira y el fastidio invadían sus pensamientos, pero los logró disipar al intentar concentrarse otra vez en su lectura.

Aria no entendía nada, pero disfrutaba intentando descifrar la información que le resultaba interesante

Había un humano adulto en el libro que tenía alas negras en su espalda y unos pequeños colmillos que sobresalían de su boca. Su aspecto era llamativo y la página explicaba varias de sus características, como también daba consejos para evitarlos.

[Se ha fallado en analizar el libro. Intente de nuevo]

Aria no se rindió e intentó leer el libro varias veces para encontrar una parte que comprendiera.

María, por otro lado, estaba agradecida con los dioses, ya que se había salvado.

¡La bebé estaba mostrando interés por los libros!

En caso de que la bebé no pudiera hablar, no sería un problema, ya que los bebés de esa edad suelen tardar en desarrollar el lenguaje.

Todos entenderían si la bebé no pudiera repetir ahora las mismas palabras que había dicho anteriormente 'a ella'.

Ahora nadie sospecharía, ¡era un plan perfecto!

La supervisora, por otra parte, estaba expectante para ver qué lograba aprender la bebé con su lectura.

Pasaron varios minutos hasta que al fin entró a la habitación la criada que se había ido antes.

"¡Traje los libros!", dijo Rita mientras dejaba varios libros en el suelo.

"¡Shhh! No hagas ruido. No la interrumpas", dijo la supervisora en voz baja.

Aria estaba totalmente concentrada en leer el libro, ya que al fin el molesto aviso que se interponía en su visión, había desaparecido.

Entre todas las palabras del libro, hubo una que al fin logró reconocer.

Hambre.

Aria intentó murmurar esa palabra, pero falló.

Todas las mujeres que estaban presentes se acercaron en silencio, puesto que Aria seguía intentando decir esa palabra mientras recordaba cómo las otras personas pronunciaban esa palabra.

¡Si lograba decir eso estaría un paso más cerca de conseguir comida las veces que ella quisiera!

"Hambre...", logró decir Aria al fin mientras señalaba la parte del libro que decía esa palabra.

¡Es tan tierna! Pensaron por un segundo todas las criadas que habían presenciado eso.

"¡Puede leer en voz alta!", dijo impresionada la supervisora, ya que vio el fragmento que estaba señalando Aria.

¡Coincidía con lo que ella estaba diciendo!

El fragmento que señalaba decía lo siguiente: Cuando los vampiros tienen 'hambre', buscan a...

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