Capítulo 2 - Una Pequeña Caída

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Las semanas pasaron y 96 hizo lo mejor posible en acostumbrarse a su cuerpo físico, que ahora era el de una humana.

El peor enemigo al que 96 se tuvo que enfrentar durante mucho tiempo hasta acostumbrarse a él, era aprender a hacer sus necesidades físicas, ya que antes como conciencia nunca tuvo la necesidad de usar un baño.

Si bien había una mujer, aparte de la mujer que la alimentaba, que la ayudaba con todos estos asuntos, ¡igual era muy molesto!

Con el tiempo, poco a poco, 96 empezaba a odiar cada vez más todas estas nuevas obligaciones que conllevaban el tener un cuerpo físico.

No había nada de divertido en la rutina que tenía en su día a día.

Su rutina durante mucho tiempo consistió en:

Comer, dormir, ir al baño, bañarse, para luego repetir ese proceso una y otra vez.

Lo que más le molestaba era que a veces su cuerpo lloraba cuando tenía hambre por instinto, pero la mujer que la alimentaba muchas veces no respondía a su llamado.

A veces veía como dos mujeres discutían cerca del lugar en donde ella dormía y un día dejo de ver a la mujer que la ayudaba con sus necesidades físicas.

Luego cada vez era menor la frecuencia con la que la alimentaba la otra mujer. Primero tardaba mucho tiempo. Otras veces, aunque esa mujer viera como 96 lloraba, la ignoraba y salía de casa a hacer otras cosas.

96 no lo sabía, ya que no comprendía las expresiones humanas y no podía ver bien el rostro de la mujer que la alimentaba debido a la molesta pestaña que salía cada vez que tenía hambre.

La mujer que alimentaba a 96, la miraba cada vez más con rabia.

Los meses pasaron y un día, cuando la mujer que la alimentaba llego, le mostró su pecho a 96, pero al cabo de unos segundos... la dejo caer al suelo a propósito.

La sensación al impactar al suelo para el cuerpo de 96 fue horrible. Sintió por un momento como casi todo su cuerpo se rompía y cuando abrió sus ojos la única palabra que pudo ver era frente sus retinas era:

[Peligro...]

Había mucho más texto debajo de esa advertencia, pero 96 no tenía tiempo de leer eso.

Intentó moverse, pero no podía.

Su respiración se entrecortaba y sentía como su consciencia se tambaleaba sobre un hilo. Las lágrimas empezaban a salir de sus ojos por instinto y 96 no sabía qué hacer.

Esto era demasiado molesto y doloroso.

¿¡Cuál es el objetivo de todo esto!?

Pensó 96 mientras intentaba buscar una respuesta, pero fue inútil.

Esta sensación para 96 se le hizo muy familiar. No solo por el dolor, sino porque le recordaba algo...

Fue allí donde de pronto el fuerte sonido de una puerta abriéndose se escuchó.

Hubo un grito y luego varias voces empezaron a discutir en voz alta.

Había 3 voces diferentes, 2 femeninas y 1 masculina.

Al cabo de unos segundos a 96 se le empezó a hacer muy familiar esa voz masculina, pero sabía que la voz que más gritaba era la de la mujer que la ayudaba con sus necesidades.

Pronto 96 sintió como alguien la cargaba y un gran alivio empezó a invadir su cuerpo.

El calor, acompañado de una gran paz, hizo que el cuerpo de 96 se calmara.

Antes de cerrar por completo sus ojos, 96 notó un leve cambio en el aviso que estaba frente de ella.

[Supervivencia asegurada. Iniciando...]

Pero como 96 ya daba por hecho que toda la información que ese sistema le proporcionaba era inútil, ignoro otra vez por completo todo lo que le decía ese aviso y perdió la consciencia.

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