Capítulo 16 - Fui yo

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Mientras Elizabeth le hablaba a los criados, Aria se acercó al oído de María y le susurró:

"Di que yo te lo ordene"

"¿Qué?", dijo María en voz baja, volteándose para ver a Aria, pero ella se quedó callada. Parecía decidida.

María no entendía la razón por la que Aria le había dicho eso y no tenía tiempo para discutirlo con ella.

Elizabeth, quien parecía ya haber acabado de conversar con los dos criados, se dio media vuelta y preguntó:

"¿Quieres que te llevemos a la fuerza o nos seguirás de forma pacífica?"

"Hazlo", le susurró Aria a María al oído.

¿De verdad no había otra alternativa?

Huir no era una opción y pelear menos, ya que ambas habían visto de lo que Elizabeth era capaz.

Soltando un suspiro, María optó por seguir la idea de Aria por más loca que fuera.

"Aria me lo ordenó...", dijo María sin poder ocultar sus nervios.

Elizabeth, al escucharla, la miró con incredulidad.

"Eso es absurdo"

"¡Que mentirosa!"

Fue lo que dijeron ambos criados que estaban detrás de Elizabeth.

María ciertamente entendía su punto de vista al no querer creerla, pero ya que había tomado este camino, iría hasta el final.

"Es la verdad, Aria me dijo que estaba cansada de la mansión, así que quería explorar más y..."

"¡Silencio!", gritó molesta Elizabeth, interrumpiendo así el discurso de María.

Elizabeth se veía bastante irritada.

¿Su idea había fracasado?

"Eso no puede ser verdad", murmuró Elizabeth, pero se podía notar una gran ira en su tono de voz. A pesar de lucir molesta, desde el punto de vista de Aria, Elizabeth no tenía signos de que las iba a atacar.

A punto de dar una excusa, María se vio interrumpida por el discurso de Elizabeth.

"La señorita Aria nunca pediría algo así, ¡estás mintiendo!", reclamó Elizabeth mientras se acercaba para estar cara a cara con María.

María, a pesar de tener al enemigo cara a cara, mantuvo la compostura y dijo:

"Pero es la verdad... ¿cierto, Aria?".

"Sí. Ella dice la verdad", respondió Aria sin dudar.

Elizabeth al escuchar esa respuesta se quedó congelada.

¿Cómo?

Era lo que se preguntaba Elizabeth, ya que desde que ella estaba con Aria, ella siempre se había mostrado como una niña tranquila y reservada, pero desde que volvió María su actitud había cambiado.

"¿Qué le hiciste a la señorita Aria?", preguntó Elizabeth molesta.

"Aléjate, hueles mal", dijo Aria mientras se tapaba la nariz.

Este comentario sorprendió tanto a María como a Elizabeth.

Elizabeth tragó saliva y retrocedió unos pasos. Luego se fijó en los criados que tenía detrás de ella y les preguntó:

"Oigan, ¿la señorita Aria ha querido salir antes?"

Los criados se pusieron nerviosos al escuchar esa pregunta y dudaron acerca de qué deberían responder.

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