II

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Shuhua se encontraba mirando con atención el cómo Soyeon hacía un nudo con lentitud. Miró su propia soga y con el doble de lentitud y mucha torpeza, trató copiar lo que hizo la pirata. Pasó una de las puntas por agujero para tirarlo con inseguridad. Lo había logrado, aunque era mil veces más feo que el nudo de Soyeon. 

—Creo que funciona—Soyeon agarró la soga y tiró de un extremo para comprobar su eficiencia—No es útil—suspiró cuando se desarmó—¿Qué nudo será más fácil? 

La menor siguió tratando. Ya había visto el tatuaje de su brazo y no cabía duda que Soyeon era una pirata, una con mucha experiencia. Caminaba bien hasta cuando el mar estaba furioso y la forma en que hacía todo sola le hacía creer a Shuhua que era una mujer peligrosa. No quería hacerla enojar y conocer su peor lado. 

Llevaban tan solo una semana juntas y aún no lograban comunicarse. Soyeon le enseñó lo que es el Estribor y Babor, ya que se comenzó a dedicar a controlar el timón cuando Soyeon tenía que hacer otras cosas. No lo soportaba, ninguna se soportaba. Era mil veces peor estar con una desconocida que no le puedes hablar, que estar sola. 

Soyeon la escuchaba hablar por horas, especialmente mientras Shuhua pescaba. Era una chica que parecía que tuviera muchas cosas que decirle, y en su mayoría cosas malas, ya que siempre parecía que estuviese discutiendo con algún recuerdo o con ella misma. Ya habían discutido y hasta peleado más de una vez. Ninguna se soportaba. Para Shuhua, Soyeon era demasiado mandona. Había logrado tenerle una tarea cada vez que la ve. De que debe de limpiar el piso, que debe de pelar la fruta, que debe de cocinar, de que debe de ¡Ya estaba harta! 

La parte más calmada era después de las comidas. Siempre comían pescado y una fruta, Shuhua también comía algo de verduras, pero Soyeon ni siquiera miraba esas cosas. Ambas comían en silencio y luego se acostaban para mirar el cielo para así tomar una buena siesta. 

—¡Soyeon!—gritó Shuhua que estaba sentada en el botalón de la proa del barco, o sea, en el palo que estaba al frente. 

Soyeon se sacó el sombrero de su cara que había utilizado para taparse del sol, abrió un ojo y miró como Shuhua le hacía unos gestos y le apuntaba hacia al frente. Dejando el sombrero en el suelo, se levantó y corrió hacia ella. Sus ojos brillaron al ver la tierra. Habían estado nueve horribles días viajando y al frente suyo se encontraba China, el lugar más peligroso que podría ir un pirata. 

Miró a Shuhua, ya le había explicado el porqué tenían que ir a ese lugar. China era un buen lugar para encontrar a un ser cruel que pudiera ser parte de su tripulación, alguien que sí cumpla con requisitos de ser una pirata. Soyeon tan solo le explico, con sus manos demostrándole dos personas hablando y entre medio otra persona, que necesitaba una traductora para retarle como se debía a Shuhua. 

Soyeon dirigió el barco hacia el muelle y Shuhua tiró el ancla. Soyeon estaba vestida de una forma completamente distinta a lo que estaba acostumbrada, utilizaba uno de los vestidos que Shuhua tenía guardados en el barco, uno que tapaba hasta su tatuaje. Era la primera vez en su vida que ocupaba un vestido y no era tan incómodo a lo que se lo imaginaba. 

Bajó del barco y se apoyó en el hombro de Shuhua. Tenía que evitar que la gente notara que no podía soportar la tierra y eso también significaba que no iba a poder beber su tan preciada cerveza. Su cuerpo no podía seguir con sus ganas de seguir caminando, sentía que en cualquier momento iba a vomitar. 

Shuhua, por su lado, se encontraba preguntando a cada persona si conocía a alguien que supiera hablar coreano. En otro momento y con otra persona hubiese delatado inmediatamente que la persona de su lado era un pirata. No dudaría en entregárselo al los soldados para que le cortaran la cabeza, pero convivir nueve largos días con Soyeon no solo la hicieron odiarla, comenzó a sentirse útil y si Soyeon la hubiese entendido, hubiese escuchado sus largos monólogos de que nadie de su familia pensaba que iba a ser útil como sus hermanas, no solo era una mujer con un mal carácter que alejaba a cada hombre, también era una mala pescadora que apenas lograba capturar un pez al día, pero Soyeon solo necesitaba un pez al día y cada vez que capturaba uno, le sonreía y chocaban las manos. 

Capitana Jeon [Gidle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora