XII

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Al ser día de descanso, las piratas se encontraban dentro del agua. Idea de Miyeon porque no había visto a ninguna bañarse y le preocupaba. Las seis se encontraban en ropa interior que contaba en un pantalón blanco hasta las rodillas y una camiseta blanca. Yuqi estaba teniendo una pelea de agua con Minnie y Soyeon, mientras que Soojin, junto a Miyeon, se limpiaban con jabón.

Shuhua no se encontraba en el agua, estaba sentada en la tonera del barco. Alejada de la diversión, pero aun así sonriendo ante la de las chicas. De vez en cuando, Yuqi la llamaba para que viera hacer un truco bajo el agua. Como hundirse y sacar los pies, darse vueltas o que viera cuanto tiempo podía durar bajo el agua. Luego de hacerlo, Minnie solía intentarlo y cuando fallaba, recibía las burlas de Yuqi, Soyeon y Shuhua.

—Creo que deberías de aprender a nadar—dijo Soojin al sentarse a su lado.

—No gracias—dijo sin prestarle atención, aun sonriendo ante la ridiculez de Yuqi.

—Si puedes defenderte del agua, puedes superar tu miedo.

—Pero estamos al medio de la nada, me voy a morir si intento aprender acá.

—Nadie de acá te dejará morir, Shuhua—dijo mientras se estrujaba el cabello—¡Soyeon! ¿Cuál es la tierra más cercana?

En menos de cinco minutos y con las chicas aún mojadas, cambiaron de dirección el barco. Soyeon mandó a todas a hacerlo, Soojin tenía razón, no puede existir un pirata que no sepa nadar, eso era peligroso y más si iban a las tormentas tropicales del sur. No, no quería perder a ninguna por una idiotez.

Miyeon se quedó mirando como todas las chicas hacían su parte para prepararse para ir a tierra, a ella la aterraba ¿Cuándo fue la última vez que salió del mar? Ni siquiera lo recordaba, ya que su padre le prohibió volver a hacerlo, sus mareos la iban a confundir con un pirata y aunque ahora lo era, no quería parecerlo por eso. Se sentó sobre un barril y miró con una sonrisa a las chicas, ser pirata era mucho mejor que ser marina, aunque no mejor que ser una princesa. Minnie le ha estado hablando sobre eso, de los lujos, de la comida, de los vestidos. Hasta le dejó probarse el vestido que tenía guardado, estaba sucio, pero seguía siendo hermoso.

Soojin se acomodó a su lado, se sentó en el suelo. Miyeon bajó la mirada para observar su preocupación. La nómada acariciaba la palma de su mano y tenía la mirada concentrada en Shuhua que se quejaba de que no debían de obligarla a aprender a nadar. Yuqi y Soyeon se reían de eso. Soojin parecía buscar en su cabeza la solución de todos sus problemas ¿Y cuál era su problema? Como futura princesa debía de aprender a consolar a su pueblo ¿No?

—Es su futuro lo que me preocupa—dijo luego de que le preguntara—Tiene muchas cosas malas y, mírala, ella no merece vivir todas esas cosas malas—abrazó sus rodillas—pero ella no tiene la línea del destino como la de nosotras. Las cinco teníamos destinado estar juntas, especialmente tú con Minnie. Shuhua no debería de estar acá y no sé si preocuparme.

—Si no debería de estar acá, tal vez evite todas las cosas malas que estaba destinado a que le pasara.

—O tal vez es la razón por la que no debería de estar acá—miró a Miyeon—¿Y si algo le pasa en el sur? La pueden raptar, perderse, ser llevada a prisión... o—negó con la cabeza—no, pensar en eso da mala suerte. Necesito un palo santo o algunas hiervas para quitar la mala suerte.

Miyeon afirmó con la cabeza, era difícil ser princesa. Ambas miraron a las chicas. Soojin a Shuhua y Miyeon a Minnie ¿Destinada a conocerla? Se emocionó por eso ¿Destinada a prepararse para ser princesa? Miró su mano. Soojin le había dicho que se iba a casar y tiempo después Shuhua le presumió que tenía la misma línea que Soojin ¿Cómo sería la mano de su príncipe? No sabía qué línea tenía que parecerse al de su amor, pero esperaba con muchas ganas de que la persona con la que se casara, fuera también su amor.

Capitana Jeon [Gidle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora