Cap7:

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—Lidelsen despierta—
—Voy mamá—

Lidelsen se despierta y se sienta en la cama

—Adonde vamos tan temprano ni siquiera son las 9 de la mañana—
—Vamos a un Acuario.—
—Enserio que way—
—Pues vístete. Te espero abajo.—Le da un beso en la frente a Lidelsen y cierra la puerta.
—Anger felicidades a ti también.—
—Gracias Lidelsen pero. ¡Mi regalo!—
—No ahí nada para a ti.—

Lidelsen se pone su ropa de salir. Abre la puerta baja y están ellos dos ahí esperando por él.

—Bueno ya que estamos todos empezemos el día—Eito.

Salen por la puerta el sol les da en la cara. Estos empiezan a caminar hacia una parada que ahí serca de la casa.

—Sabes es primera vez que veo esta parada tan vacía.—Lidelsen
—Si que extraño—

Anger sale de Lidelsen y se dirige a la casa abandonada que ahí justo detrás de la parada. Lidelsen simplemente lo mira como este salió de su cuerpo así como así.

—Pasa algo Lidelsen—
—No nada. Solamente mirava el color azul intenso que tiene esa doble planta.—
—Si. Hablando de eso te acuerdas el día que te pintaste de azul.—
—Si pero eso fue tu culpa.—
—Si Después no sabía ni que hacer contigo para que dejaras de llorar.—
—Se está poniendo rojo de vergüenza deja lo ya.—
—Esta bien está bien.—

Ellos siguen hablando mientras que Lidelsen sigue mirando aquel doble planta. Que al cabo de un rato sale Anger comiéndose una de las luces de aquel parque. La guagua llega y está lleno de gente. Aún así el chófer al ver que solamente habían 3 personas dijo que cabían y los hizo montarse logran entrar con dificultades pero encontraron un hueco. Lidelsen al sentirse apretado y para darle un poco más de espacio a su familia mira hacia donde ponen las mochilas y los bultos vio que esa parte estaba vacía haci que da un salto y con la ayuda de Anger se acuesta en aquel lugar. Todos los presentes se le quedan mirando estaban de piedra. Sus padres no le digeron nada porque bueno era mejor que estubiera ahí que estar todo apretado. Después de un par de paradas ellos deciden bajarse caminaron un poco y se encontraron con un vendedor de crepas en dónde Eito compra uno para cada uno. Lidelsen pide otro más y cuando se lo dan este dice.

—Toma.—

Anger lo toma y todos ven como la crepa flotan desapariciendo en un instante. La familia camina por los barrios altos de Tokio visitando lugares parque asta que son las 10am al cual se dirigen al acuario. Pagan la entrada y caminan mientras van mirando los peces que ahí en aquel acuerio. Los peces payasos los pingüinos los vario color etc. Las horas pasan y salen del acuario dirigiéndose hacia un restaurante. Al entrar por la puerta. La recepcionista les indica dónde está su mesa. Ellos se sientan le dan las cartas y la mujer se retira.

—Te la sacaste viejito.—Lidelsen
—Viejito si solamente tengo 37 años—
—Por eso te falta poco para los cuarenta. Aunque parecen de 25 todavía.—
—La verdad tener 36 años no está mal—Dice Eli mientras se recogía su lacio y rubio pelo.—Menos si tienes una buena familia como ustedes.
—Eso es verdad lo cierto es que los años no pasan por gusto.—Dice Eito que se tiñó el pelo de verde después de 1 mes de conocer a Lidelsen.
—Hola ya saben lo que ban a pedir—
—Bueno como hoy es especial vamos a pedir cosa diferente.—Eito
Todos—Arroz moro con bistec uruguayo.
Eli—Tambien traiga una ensalada. Con dos cervezas y un refresco de naranja.
—Si en un rato se los traeré.

Ellos se quedan mirando para luego soltar una pequeña y baja risillas gracias al nerviosismo. Lidelsen mira a su alrededor viendo como personas comen, separan de sus mesas, mirando a los camareros y a la hermosa chica que les había tomado la orden. Ellos hablaban de todo un poco haciendo que la espera se sienta más corta de lo que deverdad fue. Al llegar la comida a su mesa todos hacen silencio juntan sus manos.

Jujutsu Kaisen: Reencarne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora