– Michelle Smith –
Recogimos a toda prisa, el pueblo entero sabía ya de la verdadera identidad de Feanor. Pronto llegarían el resto de Cuervos, teníamos que salir, y a prisa.
Nos habíamos dejado todos nuestros ahorros en las reparaciones de la taberna, así que ya nos podíamos olvidar del barco.
La tienda era un pequeño caos, e intentaba coordinarlo como medianamente era capaz.
– Kail-un. Muévete.
– Estoy asegurando el material, Smith. – Protestó el dios
– Pues date brío. No tenemos tiempo.
– Échale la culpa a don “tengo que armar un espectáculo o si no no estoy contento” – Se burló el dios, hundiendo aún más a Feanor, quien cargaba con una caja bastante pesada a cuestas y la dejaba en el almacén.
– Ya... Lo siento...
– Y has destruido propiedad privada.
– Lo siento.
– Y nos has delatado.
– Lo siento.
– Y esa paliza que les has dado al grandullón no era necesaria.
– Lo siento...
– ¡No ha sido culpa de nadie! – Los interrumpí.
– Michelle. Ha sido mí culpa que nos hayan descubierto. Por una vez el dios tiene razón.
– Correcto. – Asintió el dios confiado antes de percatarse de algo – Espera... ¿Qué has dicho? ¿Qué tengo razón? ¿Te han dado un golpe en la cabeza, elfo? Vaya, esto se siente extraño..
– Ese tío te habría matado, Feanor. No le des más vueltas. Y tiene suerte de que lo hubieses dejado KO tú... Si yo hubiese llegado y hubiese visto las heridas que tenías... Quemaduras de tercer grado por todo su cuerpo sería lo más suave que le habría hecho. – Comenté enfurecida – Y yo también la he liado, un cazarrecompensas me ha atacado. Me he delatado como portadora... Y era muy rápido, me costaba alcanzarle.
– No sabemos quienes son estas personas. Pero si pueden rivalizar contigo tenemos que estar preparados – Masculló Feanor – Ari. ¿Estás bien?
Me percaté de que Ari llevaba un rato sentada, sin hacer gran cosa. Despertó levemente ante la voz de Feanor.
– No. No es el momento. – Respondió. Ari más fría de lo normal.
– Okey... – Murmuró Feanor extrañado. Entonces, se llevó las manos a la cabeza – Llevábamos meses detrás de un barco... Y ahora a empezar de nuevo. Joder, lo siento.
– No pasa nada. Podemos empezar de cero. – Respondí.
– No podemos. Tenemos que llegar a la Divina Fuente para salvar a tu abuelo. Te prometí no volver a usar la máscara y... – Exaltó Feanor – Por mi culpa eres una prófuga, no puedes vivir una vida normal. ¿Y ni siquiera puedo cumplir una simple promesa tan sencilla como no usar la máscara?
– La usas en combate, y tenías que luchar. Punto. Yo me convertí en prófuga. No tú. Te recuerdo que mi tío abuelo me ofreció hacerme con el control de Krähennest, y no lo hice. Porque no voy a permitir que ese malnacido maneje mi poder. Y en segundo lugar... No sabemos a dónde tenemos que ir. ¿De qué nos sirve tener un barco? Además, ¿tú sabes navegar? Yo no.
– No. No sé. – Masculló.
– ¿Entonces? Podemos empezar de cero. De todos modos este sitio no tiene mucha información que digamos. Manda narices, y eso que aquí nació Edward.
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Fairy Luck : El Corazón del Mar ||Libro 2||
Przygodowe¡Fairy Luck abre las puertas al comercio internacional! La gloria solo puede ser para uno. ¿Cuánto estás dispuesto a pagar por ella? Ya ha pasado un año desde que Michelle inició su viaje, junto a la compañía de Fairy Luck. Tras tantas desventuras...