XII

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Para cuando en su reloj marcaban las nueve y cuarenta y ocho, Minho ya estaba listo

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Para cuando en su reloj marcaban las nueve y cuarenta y ocho, Minho ya estaba listo. Arreglado con unos jeans negros y una camiseta manga larga del mismo color, lucía más como un abrigo, pero la tela era ligera y suave.

No llevó mucho, solo lo necesario : su celular y dinero, además de una copia de las llaves de su casa. No iba a encartarse con cosas innecesarias, que sabía que no utilizaría.

Suspiró, nervioso por la situación, y sin poder procesar todavía lo que iba a ocurrir en unos minutos. Él, Lee Minho, el chico obediente y perfecto, iba a salir a escondidas de sus padres, un domingo en la noche, con otro chico a quién sabe dónde.

Su ansiedad aumentó, ¿qué sucedería si lo atrapaban?, ¿y si alguien que conocía lo veía? ¿Qué le diría?

Eran muchas preguntas las que nublaban su mente, alarmado y preocupado arrepintiéndose de su decisión. Pero fue interrumpido por la vibración de su teléfono celular. Era un mensaje de Han, preguntando si se tardaba demasiado. Supuso que el chico ya estaba esperándolo en la esquina.

No se dio el lujo de pensar más, debía cumplir con su palabra, no solo por mantener imagen con Jisung, sino para no volver a repetir lo que había sucedido el sábado.

Se había dado cuenta que, en la tarde, Jisung había notado la marca de la cachetada que su madre le había dejado. Creyó que no lo iba a notar con el maquillaje, sin embargo, el chico lo había visto casi al instante.

Pasó por el pasillo con total silencio, y salió por el garaje, para que no se escuchara tanto el sonido en la sala. Procuró no hacer ruido, y soltó el aire que había contenido en el proceso cuando sintió la brisa chocar contra su rostro.

Caminó, dirigiendo su vista al chico azabache que se encontraba apoyado en una pared, vistiendo unos Jean azul oscuro, una camisa blanca y encima una campera militar. Además de como la cadena en su cuello brillaba entre la oscuridad, al mismo tiempo que sus ojos.

-¿Por qué me fijo tanto en él? - se golpeó Minho mentalmente, sin darse cuenta que Jisung lo analizaba curioso con la mirada.

- Hola - saludó primero Han, despegándose de la pared - , pensé que te habías arrepentido a último minuto.

Minho lo miró molesto, sin ánimos de ocultar su cansancio.

- No, ya lo había dicho, y yo cumplo lo que prometo - le respondió, a lo que Jisung solo asintió, comenzando a caminar con Minho a su lado -- ¿A dónde vamos?

- A un lugar.

- Espera - dio pausa a su caminar, provocando que Jisung también parara y se volteara a verlo con curiosidad - ¿Me estás llevando a un lugar y no quieres decirme a donde?

- Pensé que no te importaría, no me preguntaste cuando te lo propuse - Jisung se encogió de hombros con indiferencia. Al no escuchar respuesta del menor, suspiró -. Vamos a un tipo de evento de freestyle.

Our nights [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora