capitulo 10

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Ya había amanecido este día vendría Tanya, y por fin me sentiría un poco más tranquilo. El estar con ella o con Irina o Kate me tranquiliza, es como si el fuego de mi interior se apagara. No se a que hora viene, pero no importa yo estoy ansioso. Bella y papá notan eso.

- Mejor manejo yo hoy porque si no junior va preso.
Dice Bella burlándose de mí.

- Si hija, será mejor. No quiero arrestar a mi propio hijo por sobrepasar el límite de velocidad.
Le sigue papá la burla. Yo los miro ofendido a los dos con los ojos entrecerrados y apuntándole con el dedo.

- Hijo si tu novia se quiere quedar aquí y dormir en tu cuarto no hay problema. Pero sabes las reglas.
Me dice ahora serio papá.

- Si papá lo se. Soy un chico bueno.
Le digo sonriendo de forma inocente.

- Lo sé campeón.
Me dice papá para besar mi cabeza y luego la de Bella, en forma de despedida para irse al trabajo.

Con Bella terminamos el desayuno y nos fuimos al colegio. En el camino le hablé sobre lo que me dijieron los tíos de llevar a Tanya a que la conozcan. Bella no sabe que los chicos son metamorfos. Ella debe descubrirlo cuando Jake cambie y yo no pienso romper sus reglas. Además ella piensa que fue un oso lo que me atacó. Si se entera que fue Sam, lo mata con sus pequeña manos. Ella me dice que está tarde se irá de Ángela y pasará noche allí así que tendré tiempo a solas con Tanya en casa y que debería aprovecharlo. Ella quiere que peine la coneja. Mi propia hermana, el mundo está mal. En fin llegamos a la escuela y tuvimos clases normales como siempre. Esta vez Bella no se sumerge en una depresión devastadora y si se junta con las chicas. Todo gracias a mi y a Ángela, esa niña es un angel, como su nombre profesa.

Al salir me despido de mi hermanita y amiga deseándoles una buena noche y ellas igual a mi, me subo a la camioneta y arranco directo a casa. Al llegar veo una cabellera rubia con rulos y una gran sonrisa se dibuja en mi rostro. Al bajar corro directo a mi rubia y la toma de las piernas por debajo del trasero y la alzó dando vueltas en círculos en forma de saludo. Tanya se ríe de mí emoción pero aún así ella me abraza por el cuello también feliz de verme.

- ¿Hace mucho estas esperando?
Le pregunto una vez la bajo y me dispongo a abrir la puerta.

- Recién llegó amor.
Me contesta tomando mi mano para así subir los dos a mi habitación, que es el ático.

- Wauw me gusta este lugar. Es muy tú.
Me señala mi rubia. Yo le sonrio y cuelgo mi mochila en un perchero que tengo en la pared y me recuesto en la cama. Le hago una seña para que suba conmigo y así lo hace pero apoyando la mitad de su cuerpo sobre el mío, luego se acerca a mi rostro y me besa de forma lenta. Al hacer mucho tiempo ya que no beso a nadie le sigo el beso de forma torpe, pero ella me va guiando de poco hasta que le agarro el ritmo.

- Me moría por besarte.
Me susurra sobre mis labios y apoya su frente sobre la mía. Yo tengo los ojos cerrados y mi respiración es algo agitada.

- Yo también. Esto, esta sensación que tengo, es increíble. De solo pensarte todo malestar que tengo se esfuma y me invade la euforia y la alegría. Es un poco aterrador también.

- Lo sé cielo, nosotras sentimos lo mismo, pero multiplicado por cien. Si supieras lo horrible que se siente estar lejos tuyo. Las tres te necesitamos.

- No quiero que se sientan así.

- Shhhh, no te preocupes por eso. Nosotras entendemos, primero debes terminar tus estudios. Vos tranquilo que no dejaremos de visitarte. A veces quizás vengamos las tres o quizás una sola. Pero siempre estaremos para vos ¿Si?

- Pero ustedes sienten esto más fuerte que yo. Y si me preocupan son mis esposas, debo cuidarlas, es el deber de un marido. Sin importar que sean unas vampiresas momias.

crepúsculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora