Maneje lo más rapido posible, ya estaba amaneciendo. Acelero a fondo y sigo conduciendo aunque no puedo ver nada. Tengo sueño, dolor, estoy llorando todavía, y manejo con la mano izquierda, que es la menos hábil. Sin embargo nada de eso me importa, me siento solo y destruido por dentro. Algo que nunca me gustó de crepusculo fue la forma tan tóxica que plasmaron el amor entre los protagonista. Edward es un narcisista, posesivo y controlador que se cree mejor que todos. El no se enamora de Bella hasta el final, que ella se transforma, pero antes solo está enamorado de su sangré, ella si lo ama, y solo le pone los puntos cuando está embaraza, porque el amor por su hija es más fuerte que el amor que siente por Edward. Es como Cristián Grey, pero con la diferencia que el Grey le dice a Anastacia que el está enfermo, lo admite y lo demuestra, y ahí es Anatacia la tonta que sigue con el, Después de que casi la pierda a ella y su hijo, el se da cuenta de que está mal y trata de cambiar, o eso quiero creer, la verdad no lo sé, pero en fin. Jacob está obsesionado con Bella, ni la ama y no lo entiende, y eso es peligroso también. Ambos solo la usan como objeto y la lastiman de una forma u otra. Lo peor de todo es que ninguno ve que son iguales de peligrosos. Eso me enferma, eso no es amor, por Dios. El amor son las alas de la libertad que te impulsan a ser mejor persona, a volar lejos y crecer. Cuando amas a alguien te guardas la bronca para no herir a esa persona. Si es cierto que tú mundo gira a su alrededor, pero no te encerras en ese mundo, si no que ambos mezclan sus mundo y comparten las cosas buenas y las malas.
Un golpe por el costado izquierdo me trae a la realidad, pero no por mucho ya que dejo de escuchar todo a mi alrededor. Al abrir los ojos estoy en una habitación blanca. Me morí, lo sé esta es la misma habitación a la que llegué cuando morí la primera vez.
- Todavía no moriste. - Me dice Dios. - pero si querés hacerlo te lo concedo.
- No se lo que quiero.
Le respondo.- Querés proteger a tú nueva hermana, como no pudiste hacer con la otra, lo sé.
- No puedo yo solo. Ellos son más fuertes. Y solo yo puedo ver la verdad.
- Pero no estas solo hijo.
- Pero me siento así Padre.
Para este punto estoy llorando nuevamente.- Te puse a Bella contigo. Y te di un buen don para utilizar a tú favor.
- Todavía no lo sé utilizar bien. Bella es lo mejor, pero...
- Lo sé, hijo mío. El camino jamás es fácil, y siempre vas tener estos momentos de duda y conflicto. Pero yo estoy a tú lado. Y lo que está haciendo esta bien. Es difícil si todos te ven como un niño, cuando ya sos un adulto. Y ensima venis de un mundo no tan diferente pero más avanzado en sus creencias. Aunque algunas no sean las correctas.
- El hombre se alejó de vos Padre, y perdió el rumbo de su camino.
- Sin embargo vos lo seguís, por muy duro que sea. Vas a vivir, algo magullado, pero vivirás. Sigue tú camino, yo voy a estar lado siempre.
- Gracias Padre.
Dios me sonríe y toca mi frente, abro los ojos de nuevo y cuando al fin puedo enfocar la vista me doy cuenta que estoy en el hospital. Bella está a mi lado tomando mi mano.- Bella.
La llamo. Ella levanta la vista de su libro y me mira con los ojos llorosos.- Despertaste.
Me dice con lágrimas.- Nacimos juntos, morimos juntos ¿Te acordas?
Le digo con una sonrisa y comienzo a tocer. Mi hermana me da un poco de agua y después acaricia mi cara.- Voy a llamar al doctor y de paso les aviso a los demás que están afuera.
- ¿Quienes están?
- Todos, papá, mamá, Leah, tus esposas, los Cullen, los Clearwater. Solo que Leah, mamá y yo no dejamos entrar a nadie. Le voy a avisar así ella se queda con vos mientras busco al doctor.
Me besa la frente y sale. Un segundo después entra mi lobita.