capitulo 24

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Punto de vista Tanya

     Charlie estaba transformándose, ahora solo quedaba esperar a ver que pasaba. No podía más con este dolor, desde que terminó conmigo todo mi mundo se cayó en pedazos, lo peor era que lo tenia solo a unos pasos, pero el no me quería. Y todo era mi culpa, heche todos mis miedos y frustraciones sobre él, cuando no tenía la culpa de nada. Ahora no sabía cuánto tiempo estaría dormido, no sabía la cantidad exacta de ponzoña que se administró. Se veía tan tranquilo, como hacía tiempo no lo estaba. Habían muchas cosas que no entendíamos, esa carta nos dejó con más dudas que respuestas aún así voy a escucharlo sin reclamarle nada, quiero recuperarlo, lo necesito. Irina se muestra tranquila, pero se pueden ver sus nervios a través de sus ojos, y Kate es la que peor la está pasando, sus hormonas la controlan ahora y él único que la calmaba era Charlie y ahora no está.

     - ¿Que va a pasar cuando despierte?
Pregunta Kate.

     - Lo más seguro es que pregunte por vos.
Le digo yo.

     - ¿Lo vas a alejar de nosotros?
Me mira llena de miedo.

     - No pequeña, se quedará acá con nosotras, no se irá a ningún lado.
Le digo mientras la abrazo. Y así las tres nos quedamos en la habitación viendo a Charlie dormido.

     Pasaron 5 días y Charlie todavía no despertaba, su corazón latía aunque lo hacía de forma lenta. Nosotras no nos separamos de él en ningún momento y Carmen siempre le traía la comida a Kate, aunque ella se sentía deprimida y no quería comer nada.

     - El doctor dijo que debes alimentarte bien, si querés que el niño nazca fuerte y sano.
Dice Charlie. Abro los ojos con sorpresa Charlie está despierto, nuestros ojos se llenan de lágrimas y Kate es la primera en lanzarse sobre él.

     - Oiga, tranquila mi saltamontes, no me voy a ningún lado, podés hacerte daño.
Le dice mientras la toma entre sus brazos y la sienta sobre su regazo para abrazarla y darle consuelo.

     - Pensé que no despertarias nunca más.
Le dice Kate llorando.

     - Ya tranquila princesa, estoy acá. Les dije que tardaría un poco más pero que volvería a ustedes. ¿O no leyeron la carta?
Nos pregunta mientras consuela a Kate.

     - Si la leímos. Pero eso no quita nuestra preocupación. Charlie nos asustamos mucho.
Le dice Irina, con la voz quebrada.

     - Lo siento si. Pero no podía esperar más. Se que hay muchas cosas que explicar y les diré todo lo que quieran saber, solo necesito que tengan la mente abierta, no me van a creer cuando les cuente. Y se van a enojar mucho conmigo, pero tenía una razón más grande que todos nosotros para ocultar la verdad.

     - ¿Que verdad Charlie?
Le pregunto asustada.

     - La verdad sobre todo. Desde el principio hasta el fin.

     - Me estas asustando.
Ahora el miedo es más grande, ¿que tanto tiene que decir?, ¿que sabe?

     - Lo sé, lo siento. No quiero que se asusten. Pero lo que les voy a contar tiene que quedar entre nosotros, nadie puede saberlo. Solo nosotros. Prometanlo. Yo les prometo que si después de esto ustedes me quieren lejos suyo, yo me voy, sin decir nada, ni reclamar.

     - No quiero que te vayas.
Le dice Kate llorando.

     - Eso decís ahora.
Dice Charlie serio.

     - Es mejor que empieces a hablar.
Le digo seria y duramente. Sus ojos se vuelven fríos, el color rojos en ellos lo hacen ver más intimidante, se sienta en la cama de forma recta y se levanta con Kate en sus brazos para luego recostarla en la cama, y se siente en la silla de su escritorio.

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