Estaba recuperándome de la paliza que me dio James. Estaba aburrido en mi casa viendo videos en internet cuando golpean la puerta. Bajo a averiguar quién es y me llevó la sorpresa de mi vida. Las trillizas de oro estaban aquí. Hacia dos semanas que no las veía, ya que habían vuelto a su hogar en Denali, solo hablamos por teléfono.
- ¿Que onda perros? Pasen pasen. Estoy solo en casa, papá está en el trabajo y Bella con el pelo de escoba.
Les digo mientras entran. Ellas se ríen por mí forma de nombrar a Edward y entrar mirando todo.
- ¿Nos vas seguís diciendo perros?
Pregunta Irina
- Si les digo perras sonará a insulto. Gatas también.
Le contento.
- Sos un caso perdido.
Me dice resignada.
- Para su desgracia soy lo que hay. Llegue tarde a la repartición de cerebro.
Le digo alzando los hombros sin importancia. Kate se ríe y se acomoda en el sillón más grande acostándose ahí.
- Si claro siéntete como en tú casa.
Le digo al verla.
- Por supuesto, soy tu esposa. Tú casa es mi casa.
Me dice con una sonrisa.
- La frase es "lo tuyo es mío, y lo mío es mio" ¿En qué época te quedaste?
Le digo peleandola. Ella me mira ofendida por tratarla de vieja, pero Irina se ríe de ella. Tanya solo niega con la cabeza.
- ¿Que estabas haciendo antes de que llegáramos?
Me pregunto Tanya sentándose en el sillón individual, Irina se sentó con Kate dejando los pies de esta sobre sus piernas. Yo me tiré en el piso mirando el techo con mis brazos extendidos.
- Nada, estaba aburrido viendo videos en internet.
Le contesto.
- ¿Que clase de videos?
Me pregunta Kate con una mirada picarona.
- No esa clase de videos, pervertida. Solo vos miras porno cochina. Yo estoy chiquito para eso.
Le digo mirándola con el seño fruncido, ella se ríe a carcajadas, mientras las otras dos solo niegan con la cabeza.
- Ya vas ver, que la primera con la que te acostas va a ser conmigo.
Me asegura.
- La primera va a ser Tanya. Después Irina y despues vos. Bueno cuando ya no des más de la desesperación.
Le digo con malicia cerrando los ojos.
- ¡Oye! ¿Por qué me vas a hacer esperar tanto?
- Porque me querés violar cada vez que me ves. Si te comportarás, sería diferente. Tanya es la más callada, aunque me da más miedo. E Irina, bueno es la versión amplificada de mi Rosa. La verdad la supera mucho en frialdad. Aún así siento que me vaciaran en la cama y dudo que me siga sirviendo después de estar con ustedes. No puedo negar que si tengo miedo de tener relaciones y por eso trato de evitarlo.
- Ey, no vamos a lastimarte.
Me dice Tanya dolida.
- No digo que van a lastimarme. Solo que ustedes tiene más experiencia que yo. Seguro estuvieron con muchos hombres que supieron satisfacerlas. Pero yo soy virgen, ni siquiera me masturbe en mi vida. Además ustedes no se casan y son tres, con gustos totalmente diferentes en el sexo. Es mucha presión.
Le explicó. En mi vida pasada si estuve con mujeres, pero siendo mujer es diferente. Como hombre nunca lo hice.
- Sos nuestro compañero, no te podes comparar con otros hombres que solo eran un alivio para nuestro dolor.
Me dice Irina.
- Además te enseñaremos. Iríamos despacio, a tu ritmo para así conocernos.
Me dice Kate.
