XVI

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El amor.

Un sentimiento complicado de describir, después de todo es algo profundo que sentimos por una persona o cosas, que por más de que a otros les parezcan simples, para ti serán lo más preciado que tendrás en este momento, al menos mientras que dure aquel sentimiento tan especial.

Cuando es una persona, sin embargo, es incluso más complejo. Pues siempre que estas con él/ella tu corazón se acelera, no puedes evitar el ponerte nervioso y que tus pupilas se dilaten con tan sólo ver aquella hermosura frente a tus ojos, por más que sea por su físico o personalidad, aquel sentimiento cálido en tu pecho crece con el paso del tiempo que piensas en aquella persona especial o que pasas tiempo con él/ella, incluso estando solo no puedes evitar que cuando escuchas canciones tales como ''From The Start'' te imaginas que es ideal para tu relación... aquí un pequeño ejemplo (entre paréntesis estará la traducción):

''Don't you notice how (No te das cuenta como)
I get quiet when there's no one else around? (no hablo cuando no hay nadie más alrededor?)
Me and you and awkward silence (Tu y yo junto al silencio incómodo)''

Y ahí es el momento, cuando escuchamos la canción, que estamos enamorados cuando pensamos en esa pequeña persona especial, sin poder evitar sentir un cosquilleo en nuestro abdomen cada que pasamos tiempo con él/ella, ya sea en una llamada de pocos minutos o en una pijamada de toda una noche tranquila, durmiendo a su lado con total normalidad gracias a que no había otra cama para usar, siquiera colchón inflable. Si de todos modos, mientras que no se hiciera nada 'raro' durante ese entonces, era totalmente normal que pasen tiempo de ese modo.

Tus mejillas se ruborizan, o se tiñen de un leve color rosado que delata aquellos sentimientos de lo profundo de tu corazón, el porqué aquel órgano latía tan rápido de la emoción por recibir un mensaje de él/ella, recibir una llamada o un simple texto que diga: ''¿Nos juntamos hoy?'' de tan sólo leer eso, era lo suficiente como para que mariposas estén revoloteando por tu estómago constantemente como si se tratara de un alboroto, tu mente siendo un desastre durante unos minutos hasta que al fin te pones listo para salir, una ropa con la que te puedan ver bien al igual que tu perfume más preciado junto a una dulce sonrisa adornando tu rostro que pareciera no tener problema alguno. Cuando terminas aquella hermosa salida, aunque a la vez simple desde el punto de vista de los otros, sientes tu mente un desastre.. soltando un largo suspiro mientras que te tiras a tu cama, rendido/a ya que tuviste que pasar otro día de estos aguantando tus palabras de confesión por... el miedo que te provoca.

¿Y si te rechaza? ¿Y si todo sale mal?

Malos pensamientos invaden tu cabeza, también recordando que tus amigos (algunos) tienen ya una pareja de la que pueden presumirte o contarte al respecto, lo cual te llega a volver inseguro/a...

¿Y si el sentimiento no es mutuo?

Un escalofrío recorre tu espalda, tratando de olvidar esos pensamientos hasta que por fin caes dormido/a.

El tiempo pasa, meses e incluso años aguantando aquel sentimiento en tu pecho. Un día, decides que será el final. Irás a todo o nada, simplemente queriendo confesarte.. planeando todo lo que dirías o harías en miles escenarios y, por más que las consecuencias de ello en tu cabeza sean graves, decides no darles importancia y seguir adelante con tus planes. Minutos antes de irte a una salida, preparas una pequeña carta con todo y simplemente te marchas de tu hogar, decidido/a a por fin confesarte.

Una vez llegas, sientes como tus piernas tiemblan al ver aquella persona esperándote... pareciendo tranquilo/a y con un toque de curiosidad al respecto de por qué lo/la invitaste. Tú, negando tu miedo, comienzas a entablar una conversación al respecto de como te sientes cuando estas a su alrededor... como tu estómago siente mariposas o como te emocionas al momento en que te escribe, entregándole la carta después de decir un breve ''Te amo.''

Dos palabras que dijeron mucho de ti. La otra persona te mira por momentos antes de tapar su boca con cierta emoción y correr a abrazarte, susurrando a tu oído un leve ''Yo también te amo...''

Y si, esto parecerá una historia fantasiosa. Pero a lo que voy con esto, no siempre tienes que dejar que tu miedo se apodere de ti. Conozco el miedo que alguien siente al confesarse y tengo en cuenta de que no todo puede salir bien, pero es un proceso del cual lleva tiempo y es parte de nuestro crecimiento. Siempre tenemos que aceptar nuestros sentimientos e intentar salir adelante con los mismos, no quedarnos estancados por tanto tiempo... después de todo, hay una chance de que aquel dulce y hermoso amor sea mutuo entre ambos. Así que, ¿qué esperas? Puede que sea difícil y que no estés acostumbrado a hacer tal cosa como esa, declararte es algo difícil y que los valientes pueden lograr. No te dejes consumir por aquellos escenarios negativos de tu mente, por más de que sepas que estos tienen una chance de pasar, no si o si la otra persona te dirá algo malo o te hará algo por simplemente confesarte. Tienes que tener en cuenta que, generalmente, lo que pasará será mucho más tranquilo que algo como gritos o ese estilo, debes de relajarte y suspirar... por más que salga mal, tienes familia, amigos, incluso mascotas que te ayudarán a superarlo en su totalidad. Sabemos que podemos mientras estemos juntos, todo será mucho más ''fácil'' de superar, al menos no se nos hará tan pesado. Esta bien tener miedo, no me malinterpretes, pero no debes de dejar que este o los nervios consuman lo mejor de ti, tienes que salir adelante por más que este tipo de sentimientos sean cierto tipo de obstáculo en tu camino. Te deseo lo mejor en tu confesión a aquella persona especial, o al menos para cuando decidas hacerla...

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Espero y les haya gustado por más que haya sido como una pequeña historia... ¡tengan un buen día/noche/tarde/madrugada!

(Palabras: 1046).

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