3. Escondidas Americanas

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MADDISON EVANS

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MADDISON EVANS

Tiempo después...

—Elisa, ¿¡Dónde está mi chaqueta!?—busco en sus cajones de ropa.

Estoy apurada ya que el día de hoy tengo practica de teatro, y si falto estoy segura de que me correarán del grupo de actuación.

—¡La encontré!—expresa Dereck en la otra habitación.

Al salir de la habitación de Elisa, Dereck me coloca la chamarra en mis hombros y para finalizar pone un panqueque en mi boca, de esos que está cocinando Elisa toda concentrada.

Desde hace tiempo Dereck está aquí y se puede decir que ha sido de buena compañía para mí y para Elisa, además, sabe cocinar excelentemente bien y nos salva de tener que comer comida congelada.

—Tengo que irme, los veo más tarde—abro la puerta del departamento.

—¡Cuídate, Maddi!—escucho la voz de Elisa detrás de mí.

Ahora me he dedicado 100% en la universidad, la verdad es que la carrera me está gustando más de lo normal, no puedo creer que por miedo me alejé de lo que tanto me apasiona. Ya estoy por finalizar la carrera, solo me falta hacer prácticas laborales en un teatro famoso de la ciudad, así que tomaré las riendas de mi teatro y será más fácil.

Aún no he estado en el teatro, la verdad es que necesito entrar cuando esté lista, hacerme cargo de un lugar tan grande es bastante responsabilidad como para una chica que aún no tiene conocimiento alguno de cómo hacerse cargo de un teatro.

Volviendo a hablar de mi carrera, me está encantando, ahora mismo tengo conocimiento de la concepción, creación e interpretación de personajes, integrando expresión, sensibilidad, arte, estilo y comunicación. La formación integral me prepara para todo tipo de obras, escenarios, teatros, programas de televisión y películas.

Le pago al conductor del taxi, al bajar no me entretengo absolutamente nada y entro corriendo para el teatro en donde serán las prácticas. Miro que todos mis compañeros que están en el escenario terminando de ensayar.

Llego a mi casillero para guardar mis cosas cuando de repente choco con Dante, un chico castaño de ojos cafés que conocí en la universidad.

—Llegas tarde, Maddi.

Cierro el casillero.

—Lo sé. No encontraba mi chaqueta y Dereck me ayudó a buscarla—menciono con sinceridad—¿Ya acabó el primer ensayo?

Todo Para Que Seas FelízDonde viven las historias. Descúbrelo ahora