JULIANA POV
— Esta noche es para amar. Todo listo está y las estrellas resplandecerán, romance irradiarán. — Canté mirando la película, Valentina se rio tirándome de sus palomitas. — Hey, estoy inspirada.
— Ya cállate, trato de ver la película. — Yo hice un leve puchero.
— Pero Valentina, he visto esta película casi toda mi vida. — Me tiré sobre ella y le escuché suspirar. — ¿Por qué estamos viendo el Rey León cuando están dando Love, Rosie? — Le miré y ella seguía pendiente de la televisión. — Vaaaaaaaaaaaallll. — Jugué con su cara hasta que gruñó.
— Porque me gusta el Rey León, Juliana. Porque es mi casa, mi televisión y veremos lo que yo quiera pues sólo eres mi invitada. — Alcé una ceja mirándole retadoramente.
Terminamos viendo la película que yo quería, ella maldecía de vez en cuando, pero sabía que estaba disfrutando la película como yo, hasta le escuchaba insultando a Rosie de vez en cuando. Cuando la película estaba por terminar ella tocó mi hombro, le miré y ella al instante conectó nuestros labios. La verdad es que nunca me había imaginado en esta situación, digo en besar a una chica que además es como mi jefa, si mis tías supiesen me harían un altar o algo así. Sus manos empezaron a subir mi camiseta y su frio tacto hizo que me estremeciera, a pesar de que sus manos estuviesen un poco frías, eran suaves y su toque era algo agradable. De todas formas, nuestro momento terminó cuando mi celular sonó, ella suspiró audiblemente y yo le di una mirada de disculpa antes de contestar.
— ¿Si?
— ¿Dónde estás? — Escuché la voz de Sergio al otro lado de la línea.
— En casa de una amiga, ¿Por qué? — Valentina empezó a dejar besos por mi cuello haciéndome suspirar, estaba jugando sucio.
— Es Gonzalo, dice que no se irá hasta que hables con él en persona. — Sergio habló más que molesto. — Por favor, sólo vuelve por un rato o algo. Está instalado en nuestro sofá con un regalo para ti. — Yo suspiré y alejé levemente a Valentina quien puso sus ojos en blanco. — Y sabes que no podría echarle, mide como dos metros. - Murmuró.
— Iré para allá.
— Gracias, Juliana. — Colgué y me levanté ante la mirada confundida de Valentina.
— ¿Te vas?
— Es Gonzalo, tengo que ir a mi departamento. — Noté cómo hizo una mueca y besé rápidamente sus labios.
— Te llevo. — Alcé una ceja. — ¿Qué?, es tarde y si te pasa algo perdería a mi residente favorita.
— Te preocupas por mí. — Ella se encogió de hombros y yo besé su mejilla. — Esta bien, vamos antes de que Sergio se empiece a poner histérico.
Bajamos al subterráneo del edificio donde estaba el estacionamiento, ella me abrió la puerta antes de subir. Iba a poner el estéreo, pero ella tomó mi mano sorprendiéndome, tenía una mirada seria.
— No, esta vez yo pondré la música. Tú elegiste la película, al menos déjame poner mi música. — Ella tenía razón así que le deje elegir la música.
Ella puso alguna especie de banda de rock alternativo, me acomodé en mi asiento y me sorprendí de que Valentina no se quedara dormida con la música, era bastante relajante. Miré las calles iluminadas de Miami, era una ciudad bastante bonita y llena de vida, al ser un lugar tan turístico era normal ver a tantas personas en la calle.
— ¿Te gusta Miami? — Le pregunté mirándole, ella estaba concentrada en la pista.
— Pues sí, es cálido. — Ella se encogió de hombros. — Por experiencia te puedo decir que es una de las mejores ciudades en la que he vivido.
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ANATOMY OF LOVE - JULIANTINA ADAPTACIÓN
RomanceValentina Carvajal, también conocida como la nieta dorada era una las cirujanas más reconocidas de todo Miami, pero detrás de la medicina tenía una vida que prefería mantener en privado. Cada año al Hospital General de Miami llegaba un grupo de resi...