Capítulo 3

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JULIANA POV


— ¿Cómo lograste que te aceptara? — Sergio y Regina parecían más que sorprendidos ante mi noticia de que hoy volvería a trabajar con Valentina Carvajal.

— Ni preguntes. — Comí de mi ensalada mientras recordaba el vergonzoso acto que tuve qué hacer. — ¿Ustedes con quienes estarán?

— Yo iré con el doctor Gastélum a traumatología. — Dijo Regina mientras se estiraba.

— Y yo iré con la doctora Ruiz a cardiología. — Sergio sonrió satisfecho. Sergio era uno de los "tiburones", como Regina. Ellos harían todo para conseguir lo que querían, y ellos querían ser grandes médicos y no les importaría pasar por sobre algunas personas para conseguirlo, claro que no eran malas personas, pero como la mayoría aquí, eran competitivos. — Esa señora es asombrosa, además por su misión a África casi pierde su matrimonio, pero permaneció allá hasta que su tiempo terminó.

— Cuidado, no te vayas a enamorar. — Le molesté y de su parte recibí una lechuga en mi cara.

— Uh, cuidado viene un idiota entrando a las 12. — Regina murmuró, desvié mi mirada a la puerta y vi a Gonzalo entrando con unas grandes ojeras en sus ojos y con su traje de titular manchado con, ¿vomito?

Gonzalo era mi novio durante la universidad, era mayor pero casi nadie lo notaba por su cara de adolescente que tenía cuando se afeitaba. Habíamos terminado hace meses, pero los chicos lo odiaban. A mí ya no me importaba, a decir verdad, fue lo mejor que me pudo pasar. Estar con un idiota es agotador.

— Creo que lo único que atrajo a las chicas con las cuales te engañó fue que estuviera contigo. — Miré a Sergio confundida. — Desde que terminaron no se le ha visto con nadie.

— Lo siento, no quiero gastar mi descanso hablando de Gonzalo. Ahora será mejor que vuelva con la doctora Carvajal. — Ellos se encogieron de hombros y yo me fui de la cafetería.

Fui al área de pediatría, la cual estaba decorada con animales por todas partes, incluso los monitores de los computadores que usábamos. Busqué en el sistema de registros a Valentina Carvajal y la encontré en la habitación 302, fui hasta allá y me la encontré analizándole las pupilas a un chico.

— Pensé que tardarías más en la cafetería. — La miré, pero aún me daba la espalda, ¿Cómo sabía que era yo?

— Se me quito el apetito. — Miré a la señora que me miraba confundida.

— Señora Núñez, ella es la doctora Valdés. Doctora Valdés, este niño es Óscar Núñez. — El niño me saludó con una seña y me di cuenta de los puntos en su frente. — Él tiene ataques de epilepsias, lo hemos tratado desde hace dos años y ha presentado buenos avances.

— Son casi nulas. — Quien supuse que era su madre sonrió.

— ¿Y qué hace aquí?

— Al parecer, hoy ha sufrido un ataque en la cocina, se ha mordido su lengua y se ha hecho un pequeño corte en la frente. — Yo asentí. — ¿Qué recomiendas por su lengua? — Me acerqué al niño y tomé su cara con cuidado, él sacó su lengua que tenía restos de sangre.

— Sanará por sí sola, pero debe evitar los alimentos calientes o fritos. Lavarse constantemente la boca con enjuague bocal, dolerá pero evitará que se infecte.

— Bueno, Os has escuchado a la doctora. — Él asintió sonriendo.

— Muchas gracias. — Su madre se levantó.

— No hay de qué. — Ambas salimos mientras ella firmaba algunos papeles. — Valdés, ¿qué tan buenas son tus calificaciones?

— Son en su mayoría dieces, el resto son nueves. — Ella asintió.

— ¡Ha habido un accidente de carro! — Un chico apareció corriendo hacia nosotras. — Ha chocado un bus escolar, Valentina.

— Voy para allá, Chris. – El rubio asintió antes de volver a correr. — Ve a urgencias, si hay alguna operación te avisaré. Si ves algún caso complicado, llámame. Si no estoy disponible, enviaré a alguien, ¿Bien? — Yo asentí mientras íbamos rápidamente a la entrada mientras ella se ponía sus guantes. — No hagas idioteces. — Ambas nos separamos y esperé junto a los demás.

— Esto es genial. — Sergio se acercó a mí.

— No creo que debamos alegrarnos. — Él se encogió de hombros.

— Ellos no morirán, los salvaremos y aprenderemos mientras lo hacemos.

Las primeras ambulancias llegaron, trajeron a los casos más graves y la mayoría de los titulares estaban en los quirófanos, y sólo algunos residentes los acompañaban. Habían pocos niños en urgencias, el doctor Hugo estaba ayudando a los residentes para que hiciéramos bien nuestro trabajo. Cuando por fin habíamos tratado a la mayoría de los niños, llegó la última ambulancia. No parecía estar grave, pero según los paramédicos de un rato para otro, quedó inconsciente. El doctor Hugo fue quien lo atendió y yo fui a la cafetería por un café, habían sido horas de trabajo sin parar.
Cuando probaba mi café, mi localizador sonó. Era la doctora Carvajal.

— Demonios. — Miré mi café antes de tirarlo y correr al quirófano número 2. — ¿Qué sucede?

— Necesito que me asistas, ahora. Ve a lavarte. — Le obedecí y mientras me lavaba mis manos miraba el reloj, estúpido tiempo mínimo. Cuando volví a la sala, las enfermeras me pusieron la bata junto a los guantes. Cuando me acerqué a la mesa pude ver al chico que había llegado hace unos minutos.

— Tiene una hemorragia interna, para tu suerte verás cómo drenamos la sangre y tratamos de salvar sus órganos mientras le hacen un baipás a su corazón.

— No lo considero como suerte. — Murmuré mientras me ponía a su lado, ella me miró.

— Por fin tenemos a alguien humana aquí. — Ella parecía divertida y me pareció encantador como sus ojos se achinaban. — Pero eso te hace débil frente a los demás, tienes que evitar decir esos comentarios o los tiburoncitos que tienes como compañeros te ganarán.

— Lo sé. — Ella me miró hasta que una doctora entró.

— He venido lo más rápido que he podido. — La doctora Carvajal asintió. - ¿Tienes una residente? — Ella no dijo nada y la miré confundida. — Soy la doctora Renata Notni.

— Oh, como el director. — Ella asintió.

— Si, como él. Bueno, ¿empezamos?, no creo que el chico resista un poco más.

El ambiente era silencioso, no se hablaba más de lo necesario y la doctora Carvajal sólo me pedía seguir succionando la sangre para que ella pudiera encontrar el motivo.

— Entonces, ¿te interesa la pediatría? — La doctora Notni me miró por un segundo.

— Bastante, por eso le pedí a la doctora Carvajal su tutoría. — Ella asintió.

— Eso es bastante sorpresivo, Valentina nunca había tenido una residente. Ella suele ser algo mala con la gente, pero no te preocupes, ella es un cachorrito lleno de amor una vez que le conoces mejor.

— Cállense. – Ella gruño.

— Hey, Valentina no tienes que ser tan mala.

— Cállate, Renata. Estoy tratando de encontrar porque este chico está desangrándose. — Ella le miró y la doctora asintió.

La sangre no paraba y ella seguía buscando mientras la doctora Notni terminaba su operación. Una pequeña idea cruzó por mi mente.

— ¿Qué dice el historial del accidente? — Ella me miró confundida. — Debemos saber dónde pudo golpearse exactamente con el historial.

— Háganle caso. — La doctora Carvajal miró a unas enfermeras que corrieron fuera. En cosa de segundos una volvió con los papeles. — Ahora, ¿Cómo lo sabremos?

— Permiso para quitar mis manos del paciente. — Ella asintió y una enfermera tomo mi lugar, tomé los papeles y los leí. — Resulta que el chico estaba en la parte trasera del auto que se volcó, llevaba cinturón, y su impacto fue uno de los más grandes, sus padres están vivos, pero… aquí está, él estaba trabado con el cinturón de seguridad.

— ¿Y eso qué tiene? — La doctora Notni preguntó.

— Por la presión que tuvo luego del impacto, viene de la zona torácica. — Valentina me miró y parecía asombrada, se apresuró a volver a abrir al chico encontrando la hemorragia.

— Claro, tomaste un tiburón. — La cardiocirujana sonrió mirándome. — Felicidades, Val. Encontraste una buena chica. — Yo no pude evitar sonreír, pero esa sonrisa se borró cuando noté la cara seria de la doctora Carvajal. — Si algún día pasas por cardiología, no dudes en visitarme en un quirófano. — Yo asentí mientras seguía ayudando a la titular.

— Puedes irte, Renata. — Noté lo tensa que estaba la doctora Carvajal pero preferí callar.



ANATOMY OF LOVE - JULIANTINA ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora