ANATOMY OF LOVE - JULIANTINA ADAPTACIÓN

Capítulo 13

JULIANA POV

 
Miré el lugar de la fiesta de cumpleaños de la doctora Borges, ella me había invitado a su cumpleaños número 30 junto a Sergio y Regina, los tres mirábamos el lujoso club algo sorprendidos. Creo que nos habíamos equivocado al pensar en que sería algo relativamente tranquilo. Entramos luego de decirle al guardia nuestros nombres, me sentí bastante cool por eso. Dejamos los regalos en la entrada y pude ver a casi todo el hospital ahí, sorprendente. Era una fiesta algo rosa, pero me gustaba, Sergio nos trajo unas bebidas y brindamos los tres antes de ir a felicitar a la doctora Borges.

— Lucía, feliz cumpleaños. — Besé su mejilla y ella sonrió.

— Gracias, tiburoncín. — Sonreí ante el apodo, mis dos amigos nos observaron. — Y gracias a ustedes por venir. ¿Han visto a Valentina?

— ¿Valentina quién? — Pregunto Sergio.

— La doctora Franco. — Le aclaré rápidamente. — Hemos llegado recién, no le hemos visto. — Ella suspiró.

— Si la ven tratando de irse, encadénenla a algo para evitar que se vaya. — Ella se despidió antes de irse con sus demás invitados.

— Siento que hemos pasado de la mesa de los niños a la mesa de los adultos. — Sergio sonrió y yo negué rápidamente.

— Pues te equivocas, seguimos siendo los niños del lugar. — Él frunció el ceño.

— Juliana tiene razón, si nos han invitado es por ella seguramente. — Regina se encogió de hombros. — Miren eso. — Regina apuntó hacia una dirección y dirigimos nuestras miradas hacia Valentina que parecía estar escondiéndose de alguien. Parecía una niña jugando a los espías cuando empezó a caminar "disimuladamente" hacia la puerta. Ella no logró escapar, el doctor Corona la atrapó en sus brazos levantándole para llevársela hacia Lucia Borges quien le dio un golpe en su cabeza. — Es como si fuera una niña fuera del hospital. — Omití algún comentario comiendo unos pastelillos.

 
Pasó la noche bastante rápido, cuando salía del baño perdí de vista a mis amigos y cuando los encontré estaban en la pista bailando junto al resto de los invitados, fui a sentarme a la barra y me sorprendí al escuchar la voz tan familiar, Valentina.

 
— No puedo creer que no me dejen marcharme. — Le escuché gruñir, sonreí levemente.

— Pensé que la doctora Borges era tu amiga.

— Lo es, pero no me gustan estas cosas. — Le miré fijamente y ella sonrió levemente. — Te ves bien esta noche.

— Tu no te quedas atrás. — Al parecer el efecto del alcohol estaba haciendo un poco de efecto en mí. Ella pareció algo sorprendida por mi respuesta, pero su sonrisa no se borró, ella tenía una sonrisa digna de Colgate.

— Okay, — Ella tomó de lo que sea que tenía en ese vaso. — bien creo que será momento de divertirme. — Ella sonrió y esperé que me invitara a bailar o algo, pero ella sólo se giró mirando su entorno.

— Era cierto. — Al parecer había pensado en voz alta, pues ella me miraba confundida. — No quería creer en los rumores.

— ¿Rumores? — Asentí levemente. — Oh eso, ¿Tiene algo de malo?, es sólo sexo. — Ella parecía divertida y aquello me molestó un poco, no sabía por qué. — Todos necesitamos un poco de diversión de vez en cuando, Juliana.

— No, eso no es cierto. — Ella alzó una ceja.

— No me digas que tú...

— Eso tampoco tiene nada de malo. — Ella se encogió de hombros.