Capítulo 8. Expectativas.

10.4K 890 342
                                    

El resto del vuelo solo nos dedicamos a charlar sobre cosas sin sentido, era lo mejor para mí, para dejar de pensar en su cercanía, me contó que es Tailandesa pero su familia vino a Corea por el trabajo de su padre, es inversor en empresas importantes, no mencionó cuáles, me enteré de que tiene 5 gatos, Leo, Luca, Lily, Lego y Louis. La familia L.

—¿Por qué todas con L?

— Mi nombre es Lalisa, con dos L y siento que la L me trae un poco de suerte. Es como mi marca. Si te das cuenta, el lugar en el que iba a ser mi boda es en el LOTTE City Hotel Jeju, la L siempre presente.

—No me parece que ese hotel te haya traido surte, ve cómo acabó tu boda.

—Todo lo contrario Jennie, ya te lo había mencionado antes, este compromoso fue más por presión que por otra cosa, por el momento no se encuentra en mis planes una familia ni un matrimonio, pero lo iba a hacer por complacer a mi familia. Pero tu— me señalo levemente con su dedo— me caiste del cielo— me observó de arriba a abajo tanto como pudo— o subiste del infierno.

La miré confundida, por qué del infierno.

—Por el color de tu vestido, uno de los demonios de satan te ha enviado, supongo.— contestó a mi pregunta no formulada.

Ahora que lo mencionaba, ambas seguiamos con esta ropa de fiesta, llegaríamos en unos escasos minutos a la fría noche de Seul y mi atuendo apenas y tenía tela, moriria congelada.

—No te preocupes, también pedí que nos trajeran algo para cambiarnos en el aeropuerto, te pedí algo básico, espero que mi asistente no desatiene mucho a tu talla, deberías ser una L o 77.

Contestó nuevamente a mi pregunta no hecha, cada minuto estoy más convencida de que puede leer mi mente, en este momento me vuelvo religiosa y le pido a Buda que no sea así porque mis pensamientos no han sido aptos para menores desde que interrumpí la ceremonia.

—¡No leas mi mente sin mi autorizción! hay cosas privadas— fingí indignación y ella solo rió negando.

—No te leo la mente Jennie, es que eres muy obvia con tus expresiones, tu cara es un libro abierto.

—Oh, sí, nunca he sido buena mentirosa, una vez, cuando era niña, tomé una galleta del tarro y mamá ni siquiera dudó que fuí yo aunque estaban mis primas. Pensé que me iba a salir con la mía, pero no.

Solté una carcajada, solo una para que mi broma no se sintiera sola, pero a Lisa si le hizo gracia, con ese mismo tono en su voz, me dijo:

—Entonces siempre has sido así de predecible, no me sorprende entonces que  el día de hoy me haya sido tan fácil creerte todo lo que me decías. Qué benevolente, puntos a favor, puntos en contra.

–¿Puntos a favor? solo veo desventajas.

–Para ti Jennie, para mí es una gran herramienta– me guiño el ojo nuevamente, amo cuando hace eso, se ve tan confiada de su misma. Que me domine, por favor, no es un pensamiento, es una necesidad.

Si la semana pasada me dijeran que hoy estaría en un Jet privado coqueteando con la amante de mi novio, le diría que comparta de lo que se fumó para estar iguales. Prácticamente, era inimaginable, sigo sin saber por qué estoy aquí y por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo.

No conozco a Lisa más de lo poco que hemos hablado estas últimas horas, pero hay una conexión entre nosotras, la siento y es tan fuerte, me hace recordar a la leyenda del hilo rojo, aquella de los amantes destinados.

En fin, después de eso nos quedamos admirando una a la otra, más yo, admirando cada detalle de su rostro, su labios carnosos, el brillo de sus ojos avellanados, su cabello recogido y el flequillo por los lados, después de toda esta agitación, su maquillaje y peinado siguen intactos, cada detalle de ella la hace sumamente atractiva y elegante, no entiendo porqué Ha Yoon le fue infiel conmigo, si está mujer aceptara pasar toda su vida conmigo solo me dedicaría a adorarla.

Paper Rings |Jenlisa| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora