Capítulo 19. Silencio, oscuridad y amor verdadero.

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—Necesito que terminen este cuestionario antes de su almuerzo, chicos, vamos.

Alce la voz ante todos, empezaban a haber algunas voces en el salón y esta actividad estaba programada para solo 20 minutos, de los cuales llevaban más de media hora. Estaba empezando a frustrarme.

Aunque no debía de olvidarme de que los adolescentes siempre eran un dolor de cabeza, tenía que relajarme un poco, me puse a caminar a lo largo de los pasillos formados por los pupitres para revisar su avance, solo el primero de la clase llevaba un avance considerable.

—Vamos chicos, no es nada difícil, tienen 5 minutos para terminarlo, quiero las hojas en mi escritorio, ¿o quieren que tome parte de su descanso?

Terminé mi frase y solo escuché quejas provenientes de los chicos, tenía que presionarlos de alguna manera, siempre era algo permisiva, puesto que mi materia no es nada pesada, pero había días, como este, en el que lograban sacarme de quicio.

—¡No quiero quejas! Y más les vale apurarse.

También había que ponerse firme, no siempre puedo ser la ejemplificación de la maestra miel con ellos. Algunos lo necesitaban más que otros, pero como se dice comúnmente, por uno pagan todos.

Noté como mi celular vibró en mi bolsillo, por lo que me dirigí a mi escritorio y tomé asiento para revisarlo disimuladamente. Vi el nombre de Lisa en la pantalla y una sonrisa nació de manera instantánea en mi rostro, no la había podido ver desde nuestra cita la semana pasada, ella ha tenido tanto trabajo, algo relacionado a unos contratos, que solo nos hemos mantenido en contacto por mensajes y llamadas.

Si seguimos de esta manera, consideraré las videollamadas como algo fundamental para nuestra relación.

Relación.

Aún seguía pensando en eso y me provocaba cosquillas en el estómago. Le conté a Jisoo un poco sobre esto y me dijo que eran mariposas, que debía de matarlas. Si se viera a ella misma cuando está con Rosé, aunque supongo que es su mal humor, las cosas con ella no han sido diferentes, al igual que Lisa, se encuentran llenas de trabajo, por lo que ellas tampoco se habían visto, y pensar que, según lo dicho en las mismas palabras de Lisa, aún faltaba una semana para poder hablar con esos ejecutivos.

La extraño tanto, tal vez son las hormonas del embarazo, pero solo hace falta un mensaje de ella para poder tener un día feliz, como el café de cada mañana que ya no me permiten beber las tías sobre protectoras y... ¿Lisa?

Abrí la notificación para leer el mensaje. Cuándo justo sonó la campana.

Lisayah 😍
Hola, buenos días mandú, ¿cómo amaneció la mujer más bella de este planeta?

Con esta mujer nunca dejaban de dolerme las mejillas de tanto sonreír.

Ya casi son tardes Lisa, pero estoy muy bien (espero que te hayas referido a mí como la mujer más bella del planeta)

¿Y tú, cómo amaneciste?

Mejor ahora que estoy hablando contigo ;) Perdón por no contestarte antes, sigo con papeleo hasta la coronilla, ya no puedo más.

Aguanta un poco más, cariño.

Lo mandé de manera rápida, ya que el primero de la clase se puso de pie para entregarme su trabajo, excelente, como siempre, bueno, supongo que si a él le costó algo de trabajo, a los demás les costaría bastante, este niño era un genio.

—Gracias, ya puedes retirarte.— Le sonreí de manera amable, voltee para el resto de la clase— más les vale apresurarse chicos.

Recibí un sonoro murmullo de afirmación por parte de la clase. Nuevamente vi mi pantalla iluminarse con un mensaje de Lisa.

Paper Rings |Jenlisa| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora