XIX

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Entre pasillos iluminados, que podían dejar ciega a Darcy, fue arrastrada por caminos que desconocía, sin saber el destino. Aunque confiaba en la guía de Dustin y Erica, tampoco estaba muy consciente como para cuestionar o siquiera ver por dónde iban. Solo sabía que Robin la llevaba de la mano y ya nada podía preocuparle desde que lograron escapar de la base rusa.

Todo su cuerpo parecía estar en automático, siendo su única fuente de energía el estrés con el que intentó sobrevivir allá abajo. Ahora siendo libre, podía sentirse segura hasta para dormir a mitad de las escaleras. Más no podía negar que parecía muy bueno para ser verdad, tal vez solo era ella alucinando y después de todo sí había sido acabada antes de lograr escapar. Ya no podía confiar en lo que veía, nada era lo que parecía y, hasta no sentir algo real, prefería seguir sintiéndose en el limbo como un extraño sueño.

Dustin abrió una puerta que dio a un pasillo de paredes azules y alfombra roja, repleta de luces de colores. Dando con el cine en Starcourt, los niños los arrastraron hasta una sala donde Darcy reconoció la película en la pantalla. Su hermana quería planear una salida familiar, para que ella y su padre por fin salieran del taller y convivieran, junto a Charlie, como una familia normal. Sus tíos eran los únicos que se tomaban sus días de descanso como debían, saliendo a donde quisiesen a lado de sus amigos o parientes. Pero ellos preferían pasar el mayor tiempo encerrados, con la mente ocupada y con sus descansos juntos.

Espera, quedé con mi familia de ver esa peli, no quiero spoilers jaló a Dustin del brazo, siendo arrastrada por el mismo niño hasta un asiento.

¡Los asientos están muy cerca! se quejó Steve. Darcy no supo de dónde había sacado unas palomitas, pero no lo iba a dejar comer toda la bolsa.

No hay otro lado a dónde ir la regañó, empujando a Steve y Robin a los asientos desocupados—. Ahora siéntense y no vean la película entonces.

¡Pero queremos ver la película! reclamó Robin.

¡Entonces vean la película!

Las quejas de los espectadores arriba de ellos no tardaron en callarlos, respondiéndoles los tres como si no fueran ellos haciendo un escándalo a mitad de la función. Darcy agradeció no haber llegado desde el principio, así podía seguir desconociendo algo importante en la trama. Tratando de no prestar atención a los diálogos y guiándose solo por los efectos en la película, esperó olvidar todo para cuando regresara con su familia.

¿Qué está pasando? le preguntó Robin, intrigada por la gran pantalla.

Ni idea solo se dedicó a robar palomitas, siendo su primer alimento desde hace dos días.

Ice Dream |Robin BuckleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora