The beast

14. Derrotado

Net se encontraba en su oficina como todos los días lidiando con el continuo y extenuante trabajo. A veces quisiera solo ir a casa y descansar pero su sentido de la responsabilidad no se lo permitían

El repentino sonido de su teléfono celular lo distrajo de sus deberes, Net vio en la pantalla de su teléfono un número que no había visto antes lo que lo hizo dudar si contestar o no la llamada, finalmente decidió contestar

– ¿Aló? – respondió el abogado confundido.

– Eh...hola, ¿Net Siraphop ? – preguntó la voz del otro lado de la línea

– Sí soy yo, ¿con quién hablo? – Net se sentía aún más confundido, sabía que había oído esa voz antes pero no recordaba dónde.

– Soy el Dr. James Supamongkon Wongwisut, – afirmó la voz

La mirada de Net cambió instantáneamente. ¿Cómo había olvidado al Dr. James? Eso era algo definitivamente imperdonable.

– ¡Oh! Dr. Supamongkon qué sorpresa – el tono de voz del abogado cambió a una totalmente más animada.

– Escuche, lo estoy llamando porque estoy realmente preocupado – la voz de James sonaba muy seria.

– ¿Qué sucede?, ¿pasó algo con Zee? y por favor deje el usted. – respondió el abogado recordando la última vez que vió al Dr. James en el hospital en medio de la carretera.

– Con el Sr. Panich, no, es el chico, Nunew ayer estuve en casa del Sr. Panich y el chico se veía muy mal – confesó James.

– ¿Nunew? ¡¿Qué le pasó?! ¡Por qué nadie me dijo nada! – ahora Net sonaba algo alterado.

– Estuve buscando su tarjeta todo el día hasta que al fin la encontré en mi consultorio, escuche, el chico no se veía bien cuando lo revisé – James comenzó a relatar el estado en el que había encontrado al inocente muchacho el día anterior.

Net oía con cuidado maldiciendo mentalmente a su mejor amigo

– Iré a hablar con Zee ahora mismo – el abogado estuvo a punto de colgar la llamada pero algo más lo hizo detenerse.

– Espere aún no he terminado – interrumpió James al abogado.

–¿Qué ocurre? – preguntó Net.

– Escuche, si lo estoy llamando no es solo por el estado de salud del muchacho.

– ¿Qué quieres decir James? – a este punto ambos hombres ya habían dejado atrás los títulos.

– No soy idiota y sé perfectamente que las marcas que tenía el chico en los brazos no son precisamente por la caída – confesó James con tono amargo.

– ¿Eso qué significa? ¡¿Qué marcas?! – Net sonaba más alterado.

– El chico tenía marcas en ambos brazos y alrededor de su cuello, he visto muchos casos en el hospital dónde trabajaba y espero que en verdad estés haciendo algo para detener a ese hombre – el tono de James era cada vez más amargo.

– Dime que estás bromeando Dr. Supamongkon, dime que es broma – hablaba Net con tono frío.

– No bromearía con algo así, sino fui a la policía fue porque quería saber si estabas haciendo algo realmente para ..... ¿aló?, ¿Net? – de pronto la conversación se cortó.

James trató de llamar nuevamente pero el teléfono solo sonaba hasta dar con la contestadora.

– ¿Sr. Siraphop ? – llamó la secretaria de Zee al ver al pequeño abogado caminar en dirección a la sala de juntas de la compañía con una expresión muy oscura. – Sr. Siraphop, el Sr. Panich está en una junta importante con los gerentes.- explicó la muchacha mientras trataba de detener los pasos de Net que se hacían cada vez más grandes y peligrosos.