26. Y la noche siguió su curso

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El tiempo pasa y no deja de acelerarse con cada minuto que transcurre. Un hombre sentado solo, en una mesa ubicada en una oscura esquina de un restaurante, sosteniendo una caja sobre su regazo y en el piso una bolsa esperando ser entregada a la persona por la que se ha estado esperando casi una hora ya.

Otro minuto vuelve a morir y la puerta del restaurante no muestra aún el rostro por el que se ha estado anhelando por varios días.

Finalmente y sin advertirlo la persona sentada en la esquina, la puerta se abre y una figura añorada camina en dirección del hombre, que lleva esperando como si fuera una eternidad.

Sus manos sudan, sus piernas tiemblan, su mirada cambia de rato en rato su dirección sin encontrar un punto visual definitivo, su corazón se acelera. Sus recuerdos vuelven, su dolor e inseguridades golpean dentro de su cabeza. Su paso se hace más lento, sus latidos se aceleran, su garganta pesa y las palabras se van desvaneciendo. Su mirada se hace más intensa, enfocándola en el rostro de la persona causante de su dolor.

Su expresión se endurece. Las palabras vuelven y finalmente están frente a frente.

-Te estaba esperando. - habló Max, observando a su novio

-Feliz cumpleaños. - respondió el menor, alcanzando una pequeña bolsa, que Max no había advertido, llevaba en manos

-Gracias. - Max tomó la pequeña bolsa, abriéndola

-No es mucho a comparación del pastel que te preparó Nunew. - habló Nat, fijando la mirada en la caja que llevaba Max sobre su regazo

-Así sean piedras, si es de ti, siempre será más valioso que cualquier cosa - respondió Max tomando la mano de su novio por debajo de la mesa

-Sólo vine por que es tu cumpleaños y porque no deberías pasarlo solo - dijo Nat a la defensiva, retirando su mano.

-Cielo, te extraño... - Max deslizó su mano nuevamente, sosteniendo con más fuerza la de su novio.

-¿Qué has pensado de la última vez que viste a Nunew?

-No es momento para hablar de eso

-Claro que lo es... ¿te recuerdo por qué te eché de casa?

Max dio un suspiro muy pesado, reordenando sus ideas.

-Lamento mucho haberte hecho a un lado... no era mi intención... fui estúpido e impulsivo... tenías razón, me estaba metiendo en lo que no debía - habló Max soltando cada palabra con sinceridad

-Quiero que regreses a casa. - Nat agachó la cabeza, fijando su mirada en su mano que seguía siendo sostenida por Max.

Los ojos de Max dieron un brillo esperanzador.

-Pero no ahora... déjame pensar las cosas, necesito estar seguro al 100% - Nat alzó la mirada, encontrando los ojos de decepción de su novio.

-Tómate el tiempo que quieras, sé que al final me dejarás volver - Max se inclinó, dando un tierno y amoroso beso a su novio.

-Tómate el tiempo que quieras, sé que al final me dejarás volver - Max se inclinó, dando un tierno y amoroso beso a su novio

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The beastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora