16. En tus manos

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Una semana transcurrió desde el último incidente entre Nunew y Zee, desde entonces Zee decidió dejar descansar a su esposo y tomar su distancia hasta que esté totalmente recuperado y pudiera tenerle menos temor del que ya le tenía.

Nunew y Nat se hicieron más cercanos conforme pasaban los días, de cierta manera Nunew encontraba alivio al tener a Nat en el departamento haciéndole compañía todo el día. A Zee le era molesto en un principio la cercanía entre el ama de llaves y su esposo pero ya que éste parecía relajarse un poco más y mejorar su salud, optó por aceptarlo y no oponer quejas o regañar al joven ama de llaves.

– ¡Hey! Cómo está mi muchacho favorito – saludó Net jugando con el cabello de Nunew quien se encontraba en la mesa del comedor desayunando al lado de su esposo.

Zee obligaba a Nunew a sentarse con él en la mesa del comedor todos los días, al principio Nat tuvo que hacer milagros para que el muchacho dejara de negarse a compartir la mesa con su esposo pero ahora parecía estar acostumbrándose poco a poco.

Nunew sonrió en respuesta al abogado. Zee sentía tantos celos de que su esposo pudiera sonreírle tan abiertamente a otras personas mientras que él sólo recibía miradas temerosas.

– Zee hoy tenemos una reunión muy importante con unos clientes y el Sr. Saran sigue llamando para concertar una cita contigo, creo que debemos ir a hablar con él, me preocupa su insistencia – se dirigió Net a su amigo tomando asiento al lado de Nunew en la mesa.

– Te aseguro que no es de negocios de lo que ese tipo quiere hablar conmigo – respondió Zee secamente observando a su esposo de reojo.

– ¿El Sr. Saran? .... ¿Industrias Saran? – susurró Nunew observando a su amigo.

– ¿Lo conoces? – dijo Net mirando confundido al muchacho.

– Vámonos Net, tenemos mucho trabajo y quiero terminar antes – Zee se puso de pie inmediatamente interrumpiendo la conversación de los dos hombres

– ¡Oh cierto! Te traje algo. – Net entregó a Nunew la bolsa que había estado sosteniendo desde que entró al departamento –te gustan de esos ¿cierto? – el abogado mostró su sonrisa mientras el muchacho echaba un vistazo a la bolsa en sus manos.

– ¿Un gatito? – Nunew observó con curiosidad a su amigo sosteniendo el muñeco de felpa en alto.

– ¿No es lindo?, no sé porqué pero pensé en ti cuando lo vi, imaginé que te gustaría.

– ¡Sí me gusta, gracias! – Nunew abrazó a su nuevo gatito sonriendo adorablemente al abogado.

Los labios de Zee se curvaron en una hermosa sonrisa al ver el adorable acto de su joven esposo. ¿Cómo no había notado antes ese lado tan adorable del muchacho? Zee quería abofetearse en ese instante.

– Bien te veo mañana – se despidió Net de Nunew.

– ¿Mañana?¿No vendrás hoy? – dijo Nunew haciendo puchero con los labios.

– No, lo siento tengo una cita muy importante más tarde – sonrió Net pícaramente al recordar que su cita importante consistía en una cena con nada más y nada menos que el apuesto doctor James.

Nunew despidió a su amigo aún con el puchero en su rostro. Zee tuvo que forzarse a no mirar a su esposo o de lo contrario correría a tomarlo entre sus brazos y probablemente eso terminaría en otro ataque de pánico del muchacho lo cual Zee había controlado perfectamente los últimos días. Y no quería arruinarlo ya que hoy era un día especial. Un día que Zee había estado retrasando por el estado anímico de su joven esposo pero después de ver que éste estaba regresando a su ser normal y sonriendo más seguido, decidió dar ese paso importante de una vez por todas.

The beastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora