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Muchos se preguntan cómo Darky llegó al éxito, pues, resulta ser un caso muy específico.

Shadow nació en una familia millonaria, hijo de papi y mami con una bonita voz, se la pasaba cantando cuando era pequeño, hasta que Infinite, un chacal con dudosas intenciones quiso saber más del pequeño.

Se sabía que era un empresario que hasta ahora estaba tratando de entrar en el mundo de la música como manager. Infinite quiso empezar con el morenito dado su talento, por lo que después de un tiempo, Shadow ahora conocido como "Darky", había conseguido reconocimiento a los 18 años, pero, ¿A qué precio?

Si bien Shadow, reconocía que era bueno para cantar, Infinite se encargó de destrozar su autoestima poco a poco. Se la pasaba diciendo cosas como: Un chico con una vida fácil, alguien inmaduro o infantil, básicamente, para Darky, todos los momentos al lado de su manager eran un infierno, por cada mínimo error, se venia el discurso de odio al morenito.

¿Y sus padres? Se limitaron a encargarse de cosas mas importantes, después de todo, su hijo estaba en buenas manos, ¿No?

Por eso no le creían a Shadow cuando decía que no se sentía cómodo o que no quería continuar con un manager como el, pero dadas las condiciones, Darky se fue acostumbrado a su nueva vida, hasta la actualidad.

Incluso sus padres se mudaron cuando Shadow cumplió los 18 dejandolo a cargo de la mansión y en único contacto con su manager y profesores especializados, pues al ser de una familia millonaria nunca asistió a un colegio, lo que causó un gran vacío y sentimiento de soledad en él, lo único que le llenaba era su amor por la música.

Estaba cansado y pensando en retirarse pero a estas alturas ya tenía mucha presión.

Pensó que estaba acabado hasta que un dia, decidió salir a escondidas, quería experimentar que se sentia tener una vida normal.

En un movimiento arriesgado salió por la ventana de su cuarto para dirigirse a la ciudad como una persona normal. Después de conseguir su vida de fama, se vió obligado a intentar escapar de su casa buscando puntos débiles en la seguridad de esta o haciendo su propio pasadizo, el cual no se había atrevido a utilizar hasta ahora. Se puso un tipo de capucha que cubría todo su cuerpo para esconder sus características púas negras con rojo, se puso ropa común y poco a poco se iba adentrando en diferentes locales a mirar.

Veia diferentes cosas que le llamaban la atención, lastimosamente, no creía tener el suficiente tiempo para explorar todo, así que se fue a algo fijo, un café, le encantaba el café por lo que quería probar uno tradicional.

Entro a una linda cafetería con colores pastel, había varias mesas sencillas pero bonitas, visualizo una y se sentó esperando no ser reconocido.

Un momento después de que tomara asiento, revisó el menú que estaba en la mesa, cuando ya se decidio que pedir escucho una voz, parecía ser el mesero, así que se giró y lo miro disimuladamente para no dejarse ver tanto.

—¡Hola! ¿Puedo tomar tu orden?— Era un erizo del color azul más brillante que había visto, tenía unos ojos preciosos y se notaba atento y sonriente cuando se dirigía a el. Se quedó mirándolo por un segundo cuando reaccionó.

—Hola... Podrías darme un capuchino por favor—Su presencia lo hacia poner nervioso, ¿Que rayos le pasaba?

—Por supuesto, vuelvo en un momento—Se fue alejando para seguir con su trabajo mientras Shadow esperaba su capuchino, pero no pudo evitar mirar al mesero que lo había atendido, le llamaba la atención y sentía una necesidad extraña de saber más de él.

Rock Star! /⁠/ Sonadow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora