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Habían caminado por el sector, estaban un poco lejos desde su punto de inicio pero para bien, Sonic conocía ese lugar como la palma de su mano.

Llegaron a un lindo pastizal muy verde con flores y árboles que hacían ver muy bien la vista, el erizo negro estaba contemplando el panorama, lo bien que se sentía ahora mismo.

Se agachó para mirar de cerca algunas flores, luego corrió libremente hacia un árbol para recostar su cuerpo en el tronco. El cobalto lo seguía lentamente, cuando llegó, subió al tronco con mucha facilidad, el azabache se quedó boquiabierto intentando hacerlo también.

—Tienes que lanzarte con confianza— Desde arriba le daba consejos para que pudiera subir.

—Hago lo mejor que puedo— Respondió Shadow mirándolo desde abajo.

Al final, el azul extendió su mano cuidadosamente para que el otro erizo se apoyará y pudiera subir con él, cuando lo logró, se sentó en un tronco alto en dirección al cobalto.

El sol se escondía tras las montañas, cosa que nunca había podido ver Shadow, pues no conocía gran parte de la naturaleza por su falta de libertad. El negrito maravillado por todo lo que había vivido ese día, recostó su cabeza en el hombro de Sonic para relajarse aún más, contemplando el atardecer.

El otro erizo se sobresaltó por la acción, pero se quedó inmóvil para dejar que Shadow se acomodara, le parecía muy tierna la inexperiencia del azabache, era tan inocente que parecía que fuera un niño.

Al cabo de un rato sintió unas respiraciones profundas, volteó suavemente la cabeza del erizo negro para verlo dormido, seguramente estaba exhausto por tantas experiencias en un solo día.

El azul con cuidado lo cargó de vuelta a su casa asumiendo que seguiría dormido todo el camino, pues Shadow a pesar de estar cansado despertó en brazos de Sonic, iba a decir algo, pero cuando sintió esa dulce calidez prefirió callar.

Cuando llegó a la puerta del pasadizo no supo qué hacer con Shadow, lo había cargado precisamente para no despertarlo, pero ahora no tenía otra opción. Movió su hombro con cuidado atendiendo a cuando abriera sus ojos, el negrito hizo el que se despertaba, como si aún siguiera profundamente dormido.

—Ya llegamos Shadow— Indicó señalando el pasadizo, el contrario se restregó los ojos visualizando el espacio.

—¿Umm...? Oye... ¿Como llegamos aquí?— Si bien se había quedado dormido la mayor parte del trayecto, sabía perfectamente que Sonic lo había traído, pero ahora tenía que hacerse el sorprendido.

—Te dormiste, yo te traje en mis fuertes brazos- Hizo una flexión mostrando sus "músculos". El azabache soltó una pequeña risa.

—Ya veo, eres muy gentil Sonic, gracias.

—No hay de que, nos vemos luego Shads— Movió la mano para despedirse, el negrito hizo lo mismo entrando a su pasadizo.

—Cuidate.

Cansado, se acostó en su cama muy contento dispuesto a dormir, pero antes de cerrar lo ojitos decidió escribirle un mensaje al cobalto.

"La pasé increíble hoy, gracias por todo Sonic ♡" Escribió antes de acostarse a dormir, con el celular en la mano y muy sonriente.

[...]

Fue despertado por una voz gruesa que venía desde la cocina. Asustado, se medio arregló para bajar a ver qué pasaba.

Rock Star! /⁠/ Sonadow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora