10.

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[💫]


—¿Y entonces que era?—Sonic se había encontrado con Silver después de un buen tiempo, ya estaban en sus vacaciones universitarias pero todavía tenían un café que atender—Vamos ya dimeeeee—Su amigo intentaba evitar el tema pues le avergonzaba, pero al final no tuvo más opción que responderle al azul.

—Era una bufanda—Dijo en voz baja.

—Ya veo... Sácala, se que la traes—Silver se sorprendió por las palabras del cobalto, hizo una mueca de derrota y sacó la bufanda. Era de un tono verde oscuro muy elegante, se sentía suave y cómoda, al parecer Mephiles no le regaló cualquier trapo—Esta muy bonita, apuesto a que le gustas—Hizó una cara juguetona, le encantaba molestar a Silver con eso.

—Ay cállate Sonic—El plateado guardo su regalo y se fue a trabajar, su amigo azul lo siguió para hacer lo mismo con una sonrisa.

[🌆]

Un duelo de miradas gobernaba la sala, el azabache y la coneja pequeña dejaban ver el poco aprecio que se tenían. Aunque fuera una niña, para Shadow ella era el ser menos inocente, pues era obvio que le estaba haciendo trampa en el juego de cartas.

—Uno—La menor puso su carta sobre la mesa indicando que estaba próxima a ganar, el negrito en un movimiento desesperado saco cartas de la baraja para poder poner un "más cuatro". Cuando Cream recibió su jugada, las tomó tranquila esperando el turno del erizo, sin duda una partida emocionante.

Pero su juego se vió interrumpido cuando Vainilla los llamó para comer, los dos bajaron y se sentaron en la mesa.

Claro estaba que Cream mantenía una distancia entre su madre y el erizo, pero siempre hacia como si nada. Esos dos ya habían convivido un buen tiempo y tenían una relación de rivalidad, como si fueran hermanos celosos, como aquella vez en la que Shadow intento hacerle un dibujo a Vainilla en forma de agradecimiento y Cream al ver eso empezó a hacer un dibujo también, el negrito se dió cuenta y empezaron a competir por ver quién lo hacía mejor, al final Vainilla se puso muy feliz y guardo lo dos dibujos agradecida.

Ahora las conejas estaban con Shadow por la mañana, pero siempre notaban que se encerraba en su cuarto por la tarde, les daba curiosidad pero sabían que tenían que respetar su privacidad.

—Dios, ¡¡Estoy muy emocionado!!—Comentaba el azul—Ya esta próximo el concierto, no puedo esperar a verte.

—así es—Los dos erizos ya se encontraban en la habitación de Shadow, el cobalto expresando su emoción por el próximo concierto y el azabache escuchando atentamente mientras asentía todo lo que podía.

Sonic tomaba una taza de café que había en el mesón mientras se sentaba al lado de Shadow.

El azul se recostó en el pelaje del otro erizo y cerró los ojos cansado, había tenido un largo periodo laboral. El negrito dejó que se recostara mientras veía su celular, eso le recordó que aún no tenían sus números, así que le preguntó.

—Oye Sonic, ¿Como es tu número?—Dijo de la nada haciendo abrir los ojos del cobalto de golpe, este se sentó y habló.

—Um...—Le dictó su número mientras miraba la pantalla de su celular.

Después de un tiempo los dos se encontraban jugando el mismo juego de cartas que el negrito había jugado previamente con la conejita, está vez el iba ganando y se sentía muy confiado al respecto.

—¡Ah, Uno!—Gritó entusiasmado, Sonic derrotado se limitó a dejarlo ganar tirando un seis rojo que indicaba que su victoria era legítima.

El azabache sonrió feliz, con que así se sentía ganar, miro a Sonic presumiendo su jugada y recogió las cartas. El cobalto mirándolo indignado por su derrota se abalanzó para hacerle cosquillas en forma de venganza.

Shadow reía intentando sacarse del contrario mientras el seguía sin piedad.

Cream algo inquieta por la ausencia del azabache decide subir a su habitación, hace un buen rato se había ido y aunque sabía que era normal en esa ocasión se había excedido. Cuando estaba a punto de golpear la puerta escuchó una voz más dulce que la del azabache, un tono desconocido.

En ese momento escuchó una risa, ¿o un grito? Definitivamente algo estaba pasando en esa habitación, así que agarró la tabla de picar que tenían en la cocina y entró de golpe.

—¡Erizo estas...—No pudo terminar su frase, pues se encontró con la escena del azabache debajo de otro erizo azul quien sabe que haciendo—bien...?

—Amm, Cream puedo explicarlo— la coneja instintivamente golpeó al cobalto con la tabla tumbandolo al piso— ¡Cream!

—Oigan que está pasando—Vainilla había subido debido al escándalo que se escuchaba desde la cocina, miró la escena y no pudo evitar inquietarse—¿¡Pero que paso!? ¿¡Quien es el y porque está en el piso!?

Notita

Holaaaa, hace rato que no actualizaba, esque he estado ocupada pero ahí vamos, baii🫡😛


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