Capitulo 3: Encuentro

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Todos dicen que las cosas pasan por una razón, y eso es verdad puesto que ya sea tarde o temprano el tiempo de Dios es perfecto, pero hasta el propio Izuku Midoriya se preguntaba, el porque el de todas las personas que habían en esa plaza, ¿Por qué tenía que ser el rehén? Y está pregunta se la respondió el mismo.

Porque así lo quería Dios.

Y por esa simple respuesta, ahora se encontraba en amenaza de morir, en manos de un villano que convirtió su mano en un cuchillo y lo tenía de rehen. Su único consuelo era que tenía a sus guardias apuntando al villano listos para matarlo con tan solo dar una orden, pero había una probabilidad que el villano sea lo suficientemente rápido como para matarlo antes que muriera, pero apenas sintiese que el villano retire el cuchillo de su cuello, daría la orden sin dudarlo.

-Oye, será mejor que sueltes a mi jefe sin tocarle ni un cabello, o de lo contrario te volveré los cesos-Dijo Takeshi.

¿Es en serio?, Takeshi acaba de amenazar al villano que lo tiene cautivó, lo amenazó sin siquiera saber lo que quería, Izuku se imaginaba las posibles razones por las culés el villano lo tenía cautivó, sin duda alguna necesitaba que alguien más negociara, o de lo contrario estaría muerto en un par de minutos.

-No me escuchaste, imbécil que lo sueltes o te mató-dijo Takeshi quitándole el seguro a su arma, pero de igual manera siendo ignorado por el villano, que solo se dedicó a buscar algo o alguien con la mirada.

Izuku miro a su alrededor y noto como a lo lejos un civil tenía un celular en mano, seguramente estaba llamando a la policía, o un héroe, repentinamente Izuku sintió cómo el villano fortalece su agarré y se queda mirando a su derecha, instantáneamente, Izuku volteó al su derecha y vio como se acercaba lo que parecía ser un héroe que traía sangre en su cara, y unos cuantos moretones, quizás productos de una pelea.

-Todos ustedes bajen sus armas, ahora-ordeno aquel héroe, siendo ignorado por los guaruras.

Estos no bajarían sus armas si no reciben la orden.

-“Esto no cuadra nada bueno para mí... Ya me estoy enojando”-penso Izuku ya irritado por esta situación.

Si ese héroe no hacía que el villano lo soltará, le daría luz verde a Takeshi para que matará al villano.

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Aizawa, se quedo esperando a que los guardias del que suponía que era el rehén, bajarán sus armas, pero simplemente estos hicieron caso omiso a su orden, de echo, ninguno de ellos siquiera volteó a verlo cuando habló, pero... ¿Por que no desactivar el quirk del villano? Pues, porque si lo hace los sujetos esperan una oportunidad para derribar al villano y el no quería un muerto en esta escena, quiso dar un paso al frente para tomar menos distancia entre el y el villano, pero el cuchillo se fue superficialmente presionado contra el cuello del peliverde, haciendole una pequeña cortada.

-No se mueva, señor Eraser Head, o mataré lo mataré, ésto será lo que aremos, usted retrocedera unos cuantos metros y más le vale que no vea un maldito héroe u oficial cerca-dijo aferrándose más al peliverde- Y tú, pequeño arbusto, le dirás a tus niñeras que bajen las armas que aún no quiero matarte, entiendes, pequeñin-dijo el villano con una sonrisa tétrica.

Aizawa por un momento, vio el rostro de los guaruras, aunque algunos al escuchar los apodos que le ponían a su jefe, ponían cara ira y otros de preocupación, el tipo que se encontraba frente a todos los demás, como si el fuera el líder, paso de tener cara de molestia a un de seriedad al escuchar la palabra pequeñin. Aizawa volteó a ver el rostro del peliverde, y este tenía su sombrero oscureciendo lo, lo único que pudo ver fue una sonrisa leve que se formó en la cara del peliverde, al levantar su rostro su sombrero dejo de oscurecer su cara, mostrando sus ojos color esmeralda.

El Héroe, el Mafioso y el Diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora