Capítulo 47. Abriendo la caja de los recuerdos

60 10 0
                                    

Hace tres años que nació Ethan. Hay que ver lo rápido que pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando nació. Ese 27/11/2015 fui madre, sentí como el ser que más podría llegar a querer en mi vida venía a mí. Desde entonces mi relación con Ezra fue a mejor, Annabeth desapareció y mi madre al final no murió, es más, mejoró. Cada día la observo y al parecer se ha echado novio.

Me encantaría estar ahí para conocerlo en persona, pero no puedo dar marcha atrás y aunque pudiera, no lo haría.

Y os preguntaréis, que hizo antes, ¿hablar o andar? Pues lo primero que hizo fue hablar, a los nueve meses. Su primera palabra fue "te" referido a su chupete cuando Ezra se lo quitó. El protector de Ethan tiene la misma estatura que él; normalmente está con forma de perro, pero para los viajes toma forma de lagartija o de conejo, ya que lo transportamos más fácil que a un pastor alemán. Sigue a Ethan a todas partes y le protege. Para Ezra y para mí es como un hijo más.

Ahora os hablaré de los primeros pasos de nuestro pequeño. ¿Cuándo sucedió? Pues cuando él tenía 13 meses. Estábamos en la primera reunión de sombras que se hacía en mi casa y en la que Ethan asistiría -ya que solía estar durmiendo cuando eran las reuniones o no lo llevábamos-. Todos estábamos en el salón, al rededor de la gran alfombra llena de juguetes para Ethan. Qué como todo niño de 1 año, cogía los juguetes y los lanzaba cuanto más lejos mejor. Su peluche preferido -nemo- llegó hasta el jefe de las sombras y este lo cogió; de repente, vimos como Ethan se apoyó en sus rodillas y con ayuda de sus manos se puso de pies, andando tambaleándose hasta la sombra. Al llegar se agarró de sus rodillas con una sonrisa seguido de un saltito.

Et: ¡Emo! -dijo con su vocecita a la que ya estaba acostumbrada a escuchar.

La sombra le dio su peluche y él corrió hacia mí.

Nunca se me va a olvidar esa sensación de alegría, emoción y orgullo al saber que era mi hijo, que era una parte mía, que yo lo había cuidado y le había enseñado a hacer todo lo que sabe. Que sin mí no hubiera podido existir, que hubiese muerto.

Ahora sé esa famosa frase "por mi hijo daría la vida", y es que Ethan ha sido lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Que jamás pensé que la mejor parte de mi vida comenzaría cuando moriría.

Cuando Ethan tenía dos años, me animé a llevarle al parque a que conociera a niños de su edad; y la verdad es que era bastante sociable, se llevaba bien con todos. Ese día elegí el nombre de su protector, Edwin.

Las madres de los niños sabían que Ethan era el elegido ya que detrás de él siempre iba Ed. Ese día me dió por pensar y me di cuenta de que Ed jamás comía ni bebía; y mucho menos hacía sus necesidades. Era muy listo ya que siempre nos ayudaba a Ezra y a mi. Cuando Ethan tenía tres años me di cuenta de que aparentaba cinco y tenía la mentalidad de un niño de ocho años; aunque no se sabía expresar bien, ya que sólo tenía tres.

Y estos han sido los tres primeros años de mi pequeño. Unos años llenos de novedades y aventuras que me enseñaron a valorar lo que tengo a mi alrededor y me ayudaron a crecer tanto como madre y como persona.

Soledad Inesperada [#WGA2017] [#FBAwards2017] [#VanirAwards] [#CloudAwards]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora