Dentro del local se encontraba un chico de complexión delgada, llevaba su cabello negro agarrado en una apenas visible coleta y entre sus manos tenía un trapo con el que limpiaba una mesa con migajas de comida.
—Hola, bienvenidos— sonrió el pelinegro— tomen asiento en un momento los atiendo.
La pareja se sentó en una de las mesas de la orilla, estaba a un lado de una ventana que daba Justo al mar y a pesar de no ser un día cálido se apreciaba una agradable vista.
El pelinegro regresó solo un momento después con dos menús que colocó respectivamente frente a cada uno y se volvió a perder entrando a la cocina.
—Llegaron clientes nuevo— le aviso al joven de la cocina.
—Eso es bueno, la mañana a estado tranquila— el pelirrojo no estaba muy concentrado en la platica.
—No, realmente son nuevos— recalcó— nunca antes los había visto aquí, mucho menos en el pueblo.
Los ojos rasgados del pelirojo lo miraron por unos segundos antes de entrar en pánico.
—No puede ser, ¿de donde vendrán?, ¿vendrán solo por mi comida? No puedo dejar que se lleven una mala impresión del lugar, tengo que esforzarme mucho más— empezó a balbucear para sí mismo— te odio Hyunjin, no debiste decirme.
El pelinegro solo reía para sus adentros, sabía el efecto de sus palabras en su amigo, desde el día en que abrieron ese restaurante Jeongin no podía saber cuando tenían un cliente nuevo porque lo invadía una enorme inseguridad sobre si su comida era lo suficientemente buena o no, algo que no comprendía el pelinegro, nunca había probado algo tan delicioso en su vida como la comida de ese pelirojo, y toda la gente que pasaba por el lugar decía lo mismo.
—Mientras discutías contigo fui y tomé su orden—Jeongin no noto la ausencia de Hyunjin— les recomendé tu desayuno estrella así que comienza.
Mientras que Hyunjin preparaba las tazas donde llevaría el café que le habían ordenado, Jeongin le acercó en un plato unas piezas de pan cortadas a la mitad y la mermelada que él solía preparar.
La pareja se mantenía en silencio apreciando la vista, Jisung sentía que respiraba después de mucho tiempo, todo le estaba sentando de maravilla, solo hacía falta algo y aunque lo tuviera frente a él, su esposo ya no era el mismo de antes, quería al Minho que en ese momento lo llevaría a dar un paseo por la orilla del mar.
—Min...
Las palabras de Jisung fueron interrumpidas por un alegre camarero que se había acercado de manera sigilosa.
—Aquí está su pedido— anunció con voz alta provocando un escalofrío en la pareja.
—Gracias— sonrió Minho.
—Disculpen el atrevimiento pero, ¿ustedes no son de aquí verdad?
—No no, venimos de Seúl— aclaró Minho— estamos de paso, tuvimos un pequeño inconveniente con nuestro auto.
La mirada de Minho pasó del pelinegro al castaño cuando sintió un golpe en su pierna.
—Eso es increíble— la emoción de Hyunjin era notable— el lugar les va encantar y la comida que servimos aquí también, cuando tengamos nuestra sucursal en Seúl podrán presumir que fueron de nuestros primeros clientes— alardeó el pelinegro.
—Oh, ¿este lugar es tuyo?— ahora fue Jisung el que se mostró curioso.
—No, yo solo trabajo aquí— sonrió— pero planeo estar desde el inicio hasta el final con Jeongin.
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Crónica de un matrimonio fallido (minsung)
FanfictionCasarte con tu primer amor es algo que todos anhelan en su juventud, ¿pero qué pasa cuando pasan los años y las cosas no son tan dulces como uno imagina? Los secretos comienza a consumir a la pareja y la peleas son el plato de todos los días. ¿Ese a...