Crónica de un matrimonio fallido (minsung)

13

Cuando Jisung tomó el valor para hablar en voz alta y presentarse rápido capturó la atención de la mayoría de la gente en el lugar, no tenía nada más que su voz en ese momento pero jugaría con el público para ayudarlo a crear la melodía que necesitaba.

—Hola, espero que estén pasando una agradable noche— sonrió— mi nombre es Lee Jisung por si no me conocen y esta noche me gustaría cantar un par de melodías para ustedes.

Con movimientos rápidos hizo que la gente que aún esperaba por ser servida empezara a crear sonidos con sus manos, pies e incluso golpeando cubiertos y vasos.

Jeongin que tenía buen rato centrado solamente en la cocina alcanzó a escuchar todo el ruido que provenía del comedor pensando en que quizá sería el día en que colapsarían por la molestia de los clientes, pero cuando la conocida voz de Jisung entró por sus oídos una enorme sonrisa invadió sus labios permitiendo que sus hoyuelos se marcaran.

Solo por unos minutos dejaría todo de lado para admirar desde la puerta la fantástica presentación de Jisung. Sus mejillas se sonrojaron y sentía como su corazón latía a gran velocidad mientras observaba al castaño, se cuestionaba si realmente era posible enamorarse de alguien solo por su voz.

—Al final del día terminaste ganando— Hyunjin apareció frente a él.

—Quizá solo tengo mucha suerte.

Hyunjin guardó silencio mientras observaba cómo el pelirojo miraba a Jisung, sus ojos brillaban mientras llevaba sus manos a su pecho, realmente veía al castaño como Hyunjin deseaba que lo mirara a él, acto que le hizo doler un poco el pecho pero seguía repitiéndose constantemente en la cabeza "él está casado".

—Será mejor que vuelvas si no quieres que tú comida se queme.

*****

Cuando las primeras tres canciones de Jisung terminaron se despidió por un momento en lo que tomaba un poco de agua y descansaba, si continuaba así se quedaría sin aire en minutos.

—Disculpe ¿es usted acaso una celebridad?— sintió como unos brazos lo rodeaban por la espalda.

—Algo por el estilo, así que quiero un poco de agua— se giró para estar frente a él y sonrió con sarcasmo aún en los brazos de su esposo.

—Vuelva a tomar asiento y en un segundo se lo llevo— le guiño el ojo— puede pedir lo que sea, la cuenta corre por la casa.

Después de una agitada noche finalmente dieron las nueve, la hora del cierre.
Jisung espero a Minho mientras de vez en cuando cantaba en compañía de la gente que quedaba.
Aunque todo parecía ir bien Hyunjin no dejaba de mirarlo mal, sabía que su disculpa no significaba que a partir de ese momento serían buenos amigos, incluso no tenían que ser amigables entre ellos porque no se conocían, pero la mirada afilada del pelinegro realmente era pesada por lo que ansiaba regresar a la casa de playa.

Para cuando finalmente llegaron dieron las diez de la noche, ambos se dieron una ducha y se colocaron ropa cómoda para relajarse en la cama.

—Jisung— Minho lo llamó en la oscuridad de la habitación.

—¿Que ocurre?

—¿Crees que pueda abrazarte?.

Esa pregunta era rara no solo por el hecho de que estaban casado y pedir algo así no debería ser necesario, pero ahora en ese lugar parecían un par de desconocidos descubriendo la maravilla de enamorarse por primera vez.

—Si.

Jisung busco la mano de Minho y permitió que esta rodeara su cintura para pegar sus cuerpos, proporciónense calor.

De un momento a otro Minho metió su mano por debajo de la playera de Jisung y comenzó a dejar besos por su cuello y mentón.

—Minho, creo que no es el momento.

¿Cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que tuvieron un momento de intimidad? Ni siquiera él lo sabía, pero querer hacerlo de un momento a otro era algo que no le agradaba mucho al castaño, si estaba disfrutando volver a tener la cercanía de antes, pero aún no se sentía preparado mentalmente para tener sexo.

—No es necesario llegar a eso, solo podemos darnos un par de caricias— Minho intento jalas a Jisung para ponerlo sobre el, pero el castaño fue más rápido y se puso de pie para correr al baño y cerrar la puerta con seguro.

—Jisung lo lamento, no quería presionarte.

El solo negaba del otro lado, no era culpa de Minho que ahora Jisung estuviera tan roto, era su culpa y de nadie más, entendía la necesidad del rubio de querer besarlo y tocarlo, pero como le explicaba que cada que intentaba aunque su cuerpo deseara con fuerza que todo aquello ocurriera su mente solía hacerle malas jugadas y le mostraba imágenes dolorosas para él.

—Solo regresa a la cama, en un momento vuelvo.

Tenía que esperar a calmarse y no dejarlo ver con los ojos rojos de tanto llorar.

******
Al despertar Jisung se apresuró a salir primero de la cama, no tenía ánimos suficientes para ver a Minho ni mucho menos para ser bombardeado con las miles de preguntas que le haría, necesitaba estar a solas o al menos lejos de él hasta estar preparado para responder vagamente algunas de sus preguntas.

—¿Jisung?.

—Oh Jeongin, qué gusto verte— sonrió al ver al pelirojo a unos metros de él.

—¿Que haces aquí tan temprano?— Jeongin se acercó hasta el mientras peinaba su alborotado cabello.

—Nada, solo quería despejarme un momento.

—Ya veo, pues estás en el lugar correcto— señaló al su alrededor— de no ser por mi estarías completamente solo.

—Justo la compañía que estaba esperando— jugueteó con sarcasmo

Algo que provocó un sonrojo en las mejillas del menor.

—A todo esto, ¿qué haces aquí? Creí que tú te la vivías en el restaurante.

—Y lo hago, pero hacia tanto que no le daba un día libre a Hyunjin que decidí que hoy no abriríamos.

Jisung asintió en silencio mientras veía como el pelirojo se sentaba junto a él.

En cambio Jeongin se mordía la lengua para no preguntar por Minho, quería saber si estaba ahí con él o si llegaría en un rato, pero no quería parecer muy obvio al respecto así que solo guiaría la conversación para saber lo que quería sin preguntar directamente.

—Igual sirve que pueden disfrutar este día, se supone que estaban aquí por vacaciones pero igual están trabajando— se burló de ellos a pesar de saber que era su culpa.

—Las cosas se tornaron algo similares a como son en Seúl así que estás ya no son vacaciones para mi.

Jeongin lo miro curioso ante la frialdad repentina en sus palabras, en definitiva estaba solo, de no ser así no se atrevería a soltar un comentario tan agresivo de la nada.

—No quieras asustarme sobre la vida en la gran ciudad.

Jisung se burló del pelirojo que rápido había juntado sus manos en señal de súplica para que parara de hablar.

—Alguien como tú definitivamente va destacar y más por tu talento para la cocina así que no te preocupes.

—¿Realmente lo crees?— una sonrisa enorme se formó en el rostro de Jeongin.